Con la evocación de la memoria litúrgica de San Jerónimo, concluimos el mes dedicado a la Palabra de Dios, que debe ser un llamado para profundizar las Escrituras, señala el Presbítero Tony Salinas.
Aunque este mes se termine, lo que no se debe acabar es el impulso de seguir cada día conociendo y viviendo lo proclamado en la Palabra de Dios.