Con un espíritu misionero, la Arquidiócesis de San Pedro Sula, emprendió una nueva página en la historia de la Iglesia Católica, que ahora cuenta con un nuevo pastor y guía, a quien se muestra el apoyo, deseo y compromiso para seguir haciendo presente el reino en esta región del país. En solo algunos meses al frente de esta grey, Monseñor Miguel Lenihan se ha hecho sentir con su carisma propio, preocupándose por cada realidad y poniendo en práctica lo que quizá ya se había iniciado y hasta proponiendo si observa que falta algo.
Apertura
Luego de muchos años de pastoreo de Monseñor Ángel Garachana, para la Arquidiócesis de San Pedro Sula, esta transición lleva una connotación de fortalecer la comunión, que es justo lo que ha realizado su nuevo obispo, así afirma Néstor Osorio, feligrés de la parroquia San Miguel Arcángel de Potrerillos, Cortés, al mencionar que “Se ha mostrado disponible, abierto, entregado, humilde y muy sencillo”.
Actitudes que se fortalecen con sus visitas a las comunidades donde se ha reunido con las diferentes comisiones Pastorales y esto ha generado una buena participación tanto de los religiosos como los laicos, expresa Osorio quien además resalta la cercanía que muestra en sus visitas pastorales ya sea para administrar los sacramentos o conocer las realidades de la zona, porque en cada comunidad que ha visitado la alegría en el recibimiento es notable, afirmó Néstor, a quien también le impresiona ver que “busca la comunión desde el Clero junto con la feligresía, haciendo notar su importancia por la arquidiócesis, como pastor ha realizado trabajo de acompañamiento, sobre todo apacentar el rebaño de Dios a él encomendado, tal como lo anuncia su lema, ‘apacienta mis ovejas’”.
Aportes
Para la feligresía de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, es un reto asumido el servir con su arzobispo, a quien destacan “Su sentido del humor, siempre se ve alegre y saluda con mucha cordialidad a todas las personas”, afirma Evelyn Valenzuela, quien además de ser feligrés de la arquidiócesis, sirve en Radio Luz, la emisora católica que evangeliza en esta zona de Honduras. Ella expresa también que a pesar de que el camino apenas inicia, “el compromiso es el mismo que con monseñor Ángel Garachana y justo como él dice, recibió una diócesis muy bien organizada y estamos apoyando sus decisiones proyectos y acompañando su caminar como nuestro arzobispo”. Valenzuela, también expone que en estos meses al lado de Monseñor Miguel, ha podido notar que “respeta mucho el trabajo dejado monseñor Ángel Garachana y le está dando seguimiento, por todo esto y más, la gente lo ha recibido con mucha cariño y alegría”.
Así como ocurre con los cambios de párroco en las comunidades, la llegada de un nuevo obispo puede traer nuevos aires a un territorio pastoral, viéndolo como una oportunidad de crecimiento con la sabiduría imprimida por el pastor que llega, así lo ha visto el pueblo de Dios de esta arquidiócesis.
Deseos
La esencia misionera con la que siempre se aprecia a Monseñor Miguel Lenihan, se plasma ahora en la arquidiócesis que rige, así lo afirma Darling Soriano, feligrés de la parroquia San Vicente de Paúl de San Pedro Sula, al mencionar “Lo veo muy comprometido, deseoso de seguir trabajando, de conocer y acercarse a las comunidades y ante esto, nuestro compromiso claramente es seguir trabajando por el reino de Dios”.
Respecto a sus mensajes en las eucaristías que preside, Soriano diserta que “sus homilías siempre son muy cercanas, con el afán de animar, de fortalecer las diferentes pastorales, donde lo he visto muy atento de querer conocer las cuatro zonas en las que se administra nuestra arquidiócesis, atento a todo el trabajo que se está realizando, por lo que estamos muy contentos por tenerle como guía y pastor, no podemos estar como Arquidiócesis de San Pedro Sula agradecidos con el Señor por todo este tiempo que hemos caminado con Monseñor Ángel pero también por ahora darnos la oportunidad de trabajar con monseñor Miguel Lenihan”.
Ya lo ha manifestado, el Arzobispo de San Pedro Sula, llegó con un corazón dispuesto a desgastarse por el Señor y en aprovechamiento al proceso sinodal, fortalecer la comunión, la participación y la misión en esta iglesia particular.
Cuatro zonas pastorales
La Arquidiócesis de San Pedro Sula, administra su territorio en cuatro zonas pastorales para una mejor atención y organización en las actividades que se realizan, quedando conformada así: la zona San Pablo VI, zona San Pablo, zona Medalla Milagrosa y la zona Subirana. En cada zona se encuentra un decano que está en contacto directo y constante con monseñor Miguel Lenihan para abordar o conocer las tareas pastorales a atender. Cada zona pastoral de San Pedro Sula, está integrada por una cantidad de parroquias según su ubicación y dentro de estas, las diversas pastorales, movimientos y grupos que conforman las comunidades.