Este próximo 21 de febrero, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, actual administrador apostólico de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, presidirá la ordenación diaconal de Eduin Figueroa y Samuel Salgado, seminaristas que están camino al sacerdocio ministerial, y de Víctor Fernández, que será el quinto diácono permanente incardinado en la Iglesia que peregrina en la capital.
Monaguillo
Eduin es originario de Curarén, Francisco Morazán, sirviendo en la Iglesia desde muy pequeño como monaguillo, además de ser un líder en la Pastoral Juvenil de su parroquia. Confirmó su llamado vocacional después de participar en un retiro del movimiento Juan XXIII. Eduin agradece a Dios por el don tan sublime, don del ministerio diaconal, al Cardenal Rodríguez “Por ser siempre un pastor, maestro y amigo”.
Él quiere que su ministerio sea un signo de servicio en medio de su comunidad parroquial, bajo el auxilio de Santa María de Suyapa, modelo de todo servidor.
Familia
Samuel tiene sus raíces en la aldea San Juan del Rancho, comunidad atendida por la parroquia de Tatumbla. Él considera vital la familia como promotora vocacional, al afirmar que, su llamado inicia en el núcleo familiar. “Somos una familia unida, mis padres han procurado nuestra formación en valores cristianos desde pequeños” dijo. En este camino, la inserción de la vida apostólica en la parroquia, la Pastoral Juvenil y la catequesis, han sido los fundamentos de una vocación constituida al servicio del pueblo de Dios.
Servicio
Víctor proviene de una familia de fe. Es casado y tiene dos hijos. En su juventud, tuvo la inquietud de ser sacerdote, pero el Señor le tenía otro llamado. Trabajar en la Universidad Católica en diferentes facetas, así como la formación en teología recibida, van guiando su vida, para que decidiera servir a la Iglesia a través del ministerio del diaconado permanente. El testimonio del Cardenal Rodríguez, del diácono Elio Alvarenga y su relación con los sacerdotes, han contribuido en su discernimiento espiritual, afirmó.