El jengibre y la cúrcuma son dos de los ingredientes naturales más poderosos y efectivos en la lucha contra la inflamación. Ambos han sido utilizados durante siglos en la medicina tradicional y ahora están respaldados por numerosos estudios científicos que confirman sus beneficios.
Ingredientes:
- 1 taza de agua
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo (o un trozo pequeño de raíz de cúrcuma fresca)
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo (o un trozo pequeño de raíz de jengibre fresco)
- 1 cucharadita de miel (opcional, para endulzar)
- 1 rodaja de limón
Instrucciones:
- Hervir el agua: En una cacerola pequeña, hierve una taza de agua.
- Agregar la cúrcuma y el jengibre: Una vez que el agua esté hirviendo, agrega la cúrcuma y el jengibre. Si estás usando las raíces frescas, ralla o corta en trozos pequeños antes de añadir.
- Cocer a fuego lento: Reduce el fuego y deja que el té se cocine a fuego lento durante unos 10 minutos. Esto permite que las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma y el jengibre se liberen en el agua.
- Colar: Si has usado las raíces frescas, cuela el té para eliminar los trozos grandes.
- Endulzar y servir: Agrega miel al gusto para endulzar y una rodaja de limón si lo deseas. Remueve bien y sirve caliente.