TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El alejamiento de los jóvenes de las actividades eclesiales o el desánimo colectivo en general, ha llevado a los dirigentes pastorales, así como a las religiosas y los sacerdotes, a reinventar la forma de volver más atractiva la asistencia a la Santa Misa y a otras reuniones parroquiales.
Familia
El núcleo familiar juega un papel muy importante dentro de la vida parroquial, ya que cuando se tiene la oportunidad de asistir en conjunto a la Iglesia, deben hacerlo con los hijos y fomentarles el interés por las actividades que realizan, con esto se logrará que la motivación no solo recaiga en los coordinadores y asesores espirituales, sino que también desde casa se comience a poder evitar que los jóvenes se desinteresen por la vida pastoral.
Liderazgo
Por otra parte, el llamado se hace desde cada movimiento a poder reconstruir las comunidades, identificando a los jóvenes por sus habilidades, para junto con ellos buscar mejorar la forma de trabajo en el grupo una vez que la pandemia haya pasado.
Labor
Amílcar Zelaya, quien acompaña espiritualmente a grupos juveniles, plantea que “Se debe de hacer que las formas de oración sean más atractivas y participativas, darles una responsabilidad a los muchachos y muchachas para que ellos se sientan parte de un movimiento o una parroquia”. Para Daniel Moreno, catequista y dirigente juvenil, los planes de trabajo parroquial deben mejorarse para hacer más atractiva la presencia dentro de la Iglesia. “No podemos quedarnos de brazos cruzados y debemos reunirnos, dijo.
Monseñor Teodoro Gómez, Obispo de Choluteca, manifestó que su acercamiento a los jóvenes a través del Sacramento de la Confirmación, ha sido clave para motivarlos a seguir adelante en esta lucha que tiene en la actualidad. “Lograr hacerles ver que deben de escuchar el llamado de Dios a servirle es una prioridad” expresó.