Mirtza Rivera | www.suyapamedios.hn
Los fieles de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Pimienta, Cortés, fueron testigos de la profesión perpetua de la hermana María Dora Reyes Reyes de las Hermanas Misioneras de Jesús y María en el marco de la fiesta patronal en honor a Nuestra Señora de la Asunción. La Eucaristía fue presidida por Monseñor Ángel Garachana y concelebrada por los presbíteros Daniel Fernández, Manuel Banegas, Óscar Funes, Mario Ávalos, Miguel Pérez y el diácono Dixie Ballesteros.
Consagración
Teniendo como testigos a los fieles de la parroquia, a las hermanas de la congregación, familiares y amistades, Monseñor Ángel Garachana preguntó a la hermana María Dora: “¿Qué pides a Dios y a su Santa Iglesia?”. Ella respondió: “Después de haber vivido varios años con las hermanas, de haber experimentado la vida religiosa según las constituciones de la congregación, pido poder consagrarme a Dios y a su reino haciendo la profesión perpetua en esta congregación”.
Esperanza
Monseñor Ángel en su mensaje expresó: “Esta fiesta tiene que ser para nosotros motivo de esperanza y de consuelo. Que esta solemnidad de la Asunción avive en nosotros la esperanza de alcanzar un día esa vida plena, gloriosa en Dios, como ella ya la ha logrado. María también causa motivo de consuelo, porque no nos abandona, nos acompaña como pueblo de Dios peregrino”. Después de la homilía, el obispo continuó con la consagración de la hermana María Dora, quien hizo los votos perpetuos de castidad, pobreza y obediencia y dio su sí quiero definitivo al Señor. Seguidamente, la hermana María Dora, junto a Monseñor Ángel y la hermana responsable de la Congregación, María Cristina Gonzales, firmaron el documento de consagración perpetua; también se le entregó el anillo y la insignia de la profesión. Las hermanas de la congregación la acogieron con un abrazo y los presentes la felicitaron con un sonoro aplauso.
Misión
Al culminar la Misa, la hermana María Dora dio gracias a Dios por la vocación que le ha regalado, a sus padres por educarla en el camino de fe, a su familia, padrinos, sacerdotes, a Monseñor Ángel, su comunidad por darle la oportunidad de ser parte de ella y al padre Daniel por su cercanía, respeto y cariño y a toda esta hermosa parroquia.
El encargado de la parroquia, padre Daniel Fernández, dio gracias a Dios en este día de fiesta porque una hija de esta parroquia ha dado su sí para siempre a Dios. “Felicitamos a todo el municipio de Pimienta, que celebra como parroquia su primera fiesta patronal” dijo.
“María alcanzó la plenitud de gloria en Dios porque vivió entregada, consagrada a la voluntad de Dios, que no era otra que ser la Madre de Jesús el Salvador”
Mons. Ángel Garachana
Obispo Emérito San Pedro Sula
Qué es una consagración perpetua
La consagración perpetua de una religiosa, también conocida como profesión religiosa perpetua, es el acto mediante el cual una mujer se consagra de forma definitiva a Dios y a la vida religiosa, comprometiéndose a vivir los votos evangélicos (pobreza, castidad y obediencia) de manera permanente. Este acto es similar a un matrimonio, pero en lugar de un esposo terrenal, la religiosa se une a Cristo.