Según el estudio de Digital In elaborado por “We are Social” y “Hootsuite”, a nivel mundial existen más de 5.1 billones de usuarios de Internet, de los cuales casi 3.5 (69%) son usuarios asiduos y recurrentes de las plataformas digitales. En ese nivel, el informe resalta que un 83% de los usuarios suele ser activo en al menos una de sus cuentas. Con ello, el tiempo promedio que un usuario está conectado a redes sociales (sumando todos los tiempos) es de 2 horas 16 minutos al día, esto quiere decir 32.85 días al año y 4.5 años en la vida (medio siglo).
Cifras
En cuanto a las principales redes sociales visitadas, Facebook lidera la tabla con más de 2.2 billones de usuarios activos al mes, seguido por Youtube con 1.9 billones, WhatsApp con 1.5, Messenger con 1.3, y WeChat e Instagram con más de 1 billón cada uno. Esto debe encender nuestras alarmas y salta la pregunta ¿Estamos abusando y dependiendo del uso de redes sociales o se trata de un cambio radical de hábitos?
Mucho se habla hoy en día que los padres están perdiendo a los hijos en las habitaciones de sus casas, ya que pasan la mayoría del tiempo en ellos, con la única compañía de su teléfono móvil o un computador. Para el licenciado Roger Martínez, consejero matrimonial, existen varias razones para que los jóvenes adquieran cierta dependencia a las redes sociales: “Por falta de una comunicación familiar adecuada, porque es parte de la cultura juvenil contemporánea y por la tendencia impersonal propia de la edad”.
Peligro
Esta dependencia debe crear una preocupación en los padres de familia porque “estas redes pueden ir sustituyendo a las relaciones cara a cara, a las relaciones personales verdaderas, o cuando se está cayendo en incomunicación con la gente que tenemos cerca. Ahí ya hay un problema”, detalla el experto.
Para evitar esta dependencia se necesita de consistencia de parte de los padres de familia: “nos damos por vencidos demasiado rápido y no ponemos unas normas desde que los aparatos entran al hogar. O porque no formamos y nos dedicamos a prohibir”.
1 Control
El doctor Hugues Sampasa-Kanyinga, de Otawa, Canadá, dedujo que el uso diario de tecnología de al menos dos horas, pueden ser signo de ansiedad, depresión, autoestima baja, soledad en jóvenes, por lo que debemos poner mucha atención.
2 Responsabilidad
Los padres de familia tienen una cuota de culpabilidad, ya que no se está dando el ejemplo del tiempo a pasar delante de las pantallas. Además, no siempre creamos un clima acogedor y cálido para la comunicación y conciencia familiar.
3 Uso
Consensuar unas normas antes de que les demos los aparatos o antes que estos entren en casa, dar ejemplo de sobriedad en el uso de las pantallas, dialogar más que discutir o imponerse a la fuerza, ofrecer otras posibilidades de distracción y entretenimiento.