Este miércoles se celebró la Solemnidad de San Pedro y San Pablo donde Monseñor Ángel Garachana, obispo de esta diócesis, dijo que el valle de Sula no solo es un valle de lagrimas, sino un valle de sonrisas, amores y logros alcanzados.
Garachana celebró su última solemnidad de San Pedro y San Pablo como obispo de esta diócesis, sin embargo el será obispo emérito hasta que el Papa Francisco nombre un sucesor para este territorio eclesial.
En la homilía de la eucaristía de hoy, hizo una reflexión sobre la dimensión de la Iglesia que se llevan nueve meses de la sinodalidad, donde destaca el rango constitutivo. Además mencionó sobre la relación entre los apóstoles sobre este acontecimiento que vive la Iglesia para vivir la comunión y caminar juntos.
La Catedral de San Pedro Sula, se vio abarrotada de fieles donde acompañaron a su obispo y el clero sampedrano en esta celebración eclesial.
