“San Isidro labrador, quita el agua y pon el sol…” es el rezo que todavía escuchan campesinos cada 15 de mayo esperando para poder pedir que paren las precipitaciones y comenzar sus cultivos. Y es cada 15 de mayo, que la Iglesia recuerda la memoria litúrgica de San Isidro Labrador, un hombre ejemplar que se caracterizó por dignificar el trabajo, dedicándole tiempo a la oración y encontrando la armonía en el hogar. En nuestro país, tiene un espacio muy especial por ser el patrón de los campesinos y de varias comunidades, entre ellas la Diócesis de La Ceiba.
Ejemplo
El padre Óscar del Cid, presbítero muy activo de esta diócesis, destaca la figura del santo patrón de la “Novia de Honduras” como es conocida esta ciudad y al mismo tiempo nos invita a dignificar nuestras labores diarias como un camino de santidad, en medio de una sociedad que pone de excusa el trabajo para alejarse de Dios. “Él es un modelo de la compatibilidad” afirma, y agrega que, nos enseña a cómo combinar la oración y el trabajo. Franklin Barahona, joven de esta zona pastoral, concuerda con esto y da a conocer que, para la diócesis, esto representa un ejemplo de virtudes, entrega y humildad. “Sabemos que era un hombre de oración, que confiaba plenamente a Dios, su familia, tiempo y trabajo, que se distinguió por su serenidad, tranquilidad y paciencia”, destaca Barahona.
Trabajo
San Isidro era un hombre casado, campesino, dedicado al trabajo de la tierra. Su camino de santificación fue a través de esa labor en donde honró a Dios y ejerció la caridad. Su esposa, María de la Cabeza, es también santa, lo que los convierte en ejemplo para los matrimonios. En las celebraciones que se han dado en esta activa diócesis, el Nuncio Apostólico en Honduras, Monseñor Gábor Pínter, ha expresado su admiración por este hombre santo al decir “La celebración gozosa y agradecida de su canonización, realizada hace más de 400 años, nos confirma su calidad de vida humana, la Iglesia vio en él a uno de sus mejores hijos”.
También se refirió a que este hombre se rigió siempre por los principios del Evangelio, que es el principio de la vida cristiana. “Si el discípulo permanece en Jesús, a través de la fe y el amor, Jesús permanece en él con su amor y su fecundidad”, dijo. De igual manera, apuntó que “En la fiesta de San Isidro, se nos vuelve a traer la alegría de la Pascua. Este santo fue un testimonio vivo, alegre, sencillo”.
Sencillos
En la capital, específicamente en la zona de Comayagüela, existe un mercado que lleva el nombre de este santo. Isidora Gómez, locataria de este lugar, se ha criado en medio de este ambiente, pues sus padres han vendido aquí durante años y ella comparte que rendirle honor a San Isidro, es una tradición que la vive con el corazón. “Llegué desde muy pequeña y aquí sigo con mucho gusto la tradición que se ha hecho desde tiempos atrás. Pienso que mientras Dios me de vida aquí voy a estar, porque Él me ha ayudado en varias de mis necesidades”, puntualizó.
1 Carnaval
Esta celebración popular en toda Honduras, tiene sus orígenes en la memoria de San Isidro Labrador que tiene la feligresía, ya que, en 1929, se instituyó como la Feria Isidra y que ahora es conocida como el “Gran carnaval internacional de la Amistad”.
2 Trabajo
El padre Ovidio Tubac, es párroco de la comunidad María Auxiliadora, muy cercana al mercado San Isidro de Comayagüela y él asegura que “Para tener nuestras cosas hay que esforzarse, sigamos el ejemplo de San Isidro que también trabajaba para comer”.
3 Creación
La Ceiba es una de las diócesis más jóvenes de Honduras y su primer Obispo fue Monseñor Miguel Lenihan, quien ahora funge como primer Arzobispo de San Pedro Sula. En el año 2022, esta porción de la Iglesia hondureña, cumplió su primera década.
