En este día y en otras dos fechas en el año, ocurre el milagro de la licuefacción de su sangre, según medios italianos el hecho ocurre desde el año de 1389.
Medios internacionales han señalado que la sangre del santo se conserva en dos ampollas de vidrio en la capilla del tesoro de la Catedral de Nápoles. Los documentos han señalado que el milagro ocurre gracias a la dedicación y oraciones de los fieles.
El milagro se da cuando la sangre reseca de color rojizo, se convierte en completamente liquida, llegando a cubrir todo el vidrio.
Por otra parte se ha dado a conocer que la sangre del santo se licúa tradicionalmente tres veces al año, proceso de licuefacción a veces toma horas incluso días, situación que en ocasiones no ocurre.
Ante este milagro no existe una verdadera explicación científica, tras varias investigaciones y encontrar respuestas sobre como algo sólido pueda llegar a licuarse repentinamente, pero no se ha logrado encontrar por qué o una respuesta.
2016 es el último año que lo que ha sido considerado como el milagro de la licuefacción no se ha dado, tampoco ocurrió en 1980.
Pero si se logró dar en 2015, mientras su Santidad el Papa Francisco, sostenía reuniones con un grupo de religiosos, a quienes les daba un par de consejos, hecho que se dio con el sucesor de pedro Pio IX, en 1848, no ocurriendo con San Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI.