Pero, cuando las ves consolidadas, pueden desequilibrar tus finanzas y empujarte al peligroso terreno del sobreendeudamiento.
Generalmente se trata de compras innecesarias y prescindibles que en ocasiones se encuentran arraigadas en nuestros hábitos de consumo. Al ser pequeños gastos, dan la impresión de no representarán diferencia a la hora de equilibrar las finanzas. Ahí es donde radica su peligrosidad.
El abanico de posibilidades es bastante amplio, pero pueden ir desde suscripciones en línea, compras por internet, hasta aperitivos baratos y recurrentes, como el café con crema de la tienda de al lado.
Una buena señal de que destinas buena parte de tus ingresos a gastos hormiga puede ser cuando te preguntas en qué gastaste todo tu dinero este mes y no tienes clara la respuesta; o bien, cuando sabes que tus ingresos son suficientes para permitirte ahorrar una partida cada mes, pero por alguna razón que no vislumbras con claridad, nunca logras hacerlo.
Para evitar estos gastos denominados hormiga, te invitamos a que ejecutes un plan
Define cuáles son tus necesidades y diferéncialas de los deseos y caprichos.
Estudia los gastos que haces día a día durante al menos uno o dos meses.
Antes de visitar el supermercado, es recomendable que hagas una lista de los artículos que comprarás para evitar que la improvisación o el impulso te lleven a sobrepasarte.
Haz una lista de todos los servicios personales y del hogar por los que recibes factura periódicamente.
Mantente monitoreando tu patrón de gastos.