La Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) llevaron a cabo seis registros domiciliarios para ejecutar órdenes de arresto contra individuos implicados en una red internacional en colaboración con empleados de Banrural y otros ciudadanos. Están acusados de estafa continuada y lavado de activos, causando pérdidas a la institución financiera por más de 11 millones de lempiras (L. 11,260,759.39).
Estos registros incluyeron dos en La Ceiba, Atlántida; dos en Morazán, Yoro; uno en Tegucigalpa, Francisco Morazán; y otro en San Pedro Sula, Cortés. La operación contó con el apoyo de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y la Dirección de Comunicación Estratégica.
Los hechos denunciados por la gerencia de cumplimiento de Banrural ocurrieron entre abril y mayo de este año, cuando se detectaron transacciones inusuales desde una de las agencias del banco, utilizando tarjetas asociadas a cuentas de ahorro.
Los agentes de la ATIC que participaron en las diligencias descubrieron que, después de procesar las transacciones, estas eran canceladas, pero los fondos eran transferidos a cuentas personales y retirados inmediatamente para ser entregados a terceros. Este proceso permitía ocultar el origen ilícito del dinero y su legalidad.
Se ha determinado que estas personas están involucradas en el lavado de activos mediante estas transacciones sospechosas, beneficiándose personalmente mientras perjudican los intereses del banco y del sistema financiero al introducir dinero ilícito disfrazado como legal.