Fue un 11 de marzo que el caos y la zozobra invadió al territorio nacional, cuando a las cinco de la mañana a través de una conferencia de prensa, la titular de Salud, Alba Consuelo Flores, confirmó los dos primeros casos de COVID-19 en el país.
Hasta ese momento no se sabía la magnitud de cómo se iba a propagar el virus, sin embargo, ya se contaba con el protocolo de bioseguridad para que la población lo pusiera en práctica los que no han dado mucho resultado, ya que a un año de la pandemia la crisis sanitaria cada vez es peor y pese a que ya se empezó a inmunizar a una mínima parte de la población, la falta de este antídoto no permite ver la luz al final del túnel.
No cabe duda que el coronavirus sirvió para desnudar la verdadera problemática que por años han venido arrastrando los sectores como Salud y Educación. Cabe mencionar que durante estos 12 meses se aprobaron varios presupuestos para fortalecer las necesidades en estas áreas, sin embargo la situación sigue siendo la misma. Salud Conociendo las deficiencias del sistema sanitario, la exsecretaria de Salud Elsa Palou, dio a conocer la urgencia de dotar a los hospitales con insumos de protección personal para preservar la vida de quienes estarían en la primera línea.
Esta petición se cumplió a medias porque se hicieron muchas compras sobrevaloradas limitando la cantidad y sobre todo la calidad de equipo para hacerle frente a la pandemia. “El retraso de la llegada de los hospitales móviles de los cuales muchos aún están sin operar, es una clara evidencia que desde la llegada del virus al país las cosas marchaban por mal camino”, sostiene la presidenta del Colegio Médico, Suyapa Figueroa, al tiempo que lamenta la perdida de muchos de sus colegas. “El COVID-19 no solo vino a arrebatar vidas, también provocó que quienes nos gobiernan cometan más actos de corrupción creando leyes a su favor y no en favor del pueblo que exige salud de calidad”, enfatizó.
Educación Para preservar las vidas de la población, en Consejo de Ministros se tomó la determinación de suspender las clases de forma presencial en todo el sistema educativo tanto público como privado y desde ese entonces hasta la fecha los niños, padres de familia y docentes se han tenido que adaptar a una nueva modalidad haciendo uso de las redes sociales, enfrentando uno de los más grandes problemas la falta de Internet.
