Este 27 de mayo de 2025, un juez federal en Estados Unidos ordenó la excarcelación y repatriación del hondureño Ramón Matta Ballesteros, uno de los narcotraficantes más notorios de América Latina durante los años 80, tras pasar más de tres décadas preso en suelo estadounidense.
La decisión judicial marca un giro inesperado en uno de los casos más emblemáticos de narcotráfico internacional vinculados al asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985 en Guadalajara, México.
¿Quién es Ramón Matta Ballesteros?
Nacido en Tegucigalpa, Honduras, en 1945, Ramón Matta Ballesteros fue considerado durante las décadas de 1970 y 1980 como uno de los principales enlaces entre cárteles colombianos y mexicanos, fungiendo como una figura clave en el transporte de cocaína hacia Estados Unidos.
Criado en una familia humilde, Matta se trasladó joven a América del Sur, donde estableció sus primeros contactos con organizaciones narcotraficantes colombianas. Hábil en el negocio y con conexiones en varios países, se ganó rápidamente un nombre como operador logístico y financiero del narcotráfico internacional.
Ascenso en el mundo del crimen
Durante los años 70, Matta Ballesteros operó principalmente en el corredor centroamericano. Fundó una aerolínea fachada llamada SETCO (Servicios Turísticos Centroamericanos), que fue utilizada para mover toneladas de cocaína desde Colombia, vía Honduras, hacia México y luego a Estados Unidos.
SETCO incluso recibió contratos del gobierno estadounidense para apoyar logísticamente a los contras nicaragüenses, un dato que generó escándalo político cuando se reveló en los 80 durante el escándalo Irán-Contra.
En Honduras, Matta construyó una red de protección con políticos, militares y empresarios, lo que le permitió operar con impunidad durante varios años. Su poder económico era tal que algunos lo consideraban un “Estado paralelo”, con capacidad de influir en decisiones a nivel nacional.
Vínculo con el asesinato de Kiki Camarena

El 7 de febrero de 1985, Enrique Camarena, agente encubierto de la DEA en México, fue secuestrado, torturado y asesinado por narcotraficantes del cártel de Guadalajara, liderado por Rafael Caro Quintero. Las investigaciones de la DEA apuntaron a que Matta Ballesteros facilitó el escape de algunos de los responsables del crimen y proporcionó apoyo logístico al cártel.
Aunque nunca fue acusado directamente del asesinato, Matta fue vinculado por las autoridades estadounidenses como uno de los colaboradores del cártel que ayudó en el encubrimiento posterior. Su extradición se aceleró bajo ese contexto.
Captura y extradición

El 5 de abril de 1988, fuerzas hondureñas irrumpieron violentamente en su residencia en Tegucigalpa, donde Matta fue capturado y, en una acción que generó controversia nacional, fue entregado de inmediato a agentes de la DEA sin el debido proceso judicial de extradición.
Este hecho provocó una ola de protestas y la quema de la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa por parte de universitarios indignados. Desde entonces, Matta ha permanecido recluido en Estados Unidos, enfrentando condenas por narcotráfico, lavado de dinero y conspiración.
Liberación y repatriación en 2025
Este 27 de mayo, a sus 80 años de edad y con problemas de salud crónicos, un juez estadounidense ordenó su liberación por razones humanitarias y su inmediata repatriación a Honduras. Las autoridades hondureñas aún no han confirmado públicamente los términos de su recepción ni si enfrentará cargos pendientes en el país.

La figura de Matta Ballesteros sigue siendo polémica: para algunos, un símbolo del poder corruptor del narcotráfico en Centroamérica; para otros, un actor olvidado de una guerra que involucró a gobiernos, agencias de inteligencia y cárteles en todo el continente.