En la tradición litúrgica de Jerusalén se recuerda el gesto profético de Jesús siendo aclamado al ingresar como rey de paz y el Mesías, después condenado por el cumplimento de las profecías, el evangelio de san Mateo narra que la gente alfombraba el camino por el que pasaría Jesús, y gritaba “Bendito el que viene en el nombre del Señor, paz en el cielo y gloria en lo alto”.
La segunda tradición es la de Roma, que nos invita a entrar conscientemente a vivir la Semana Santa. Exactamente en la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo, anticipando la proclamación del Evangelio para el bien espiritual de los fieles conviene que se lea una ración de la Pasión y que no se omitan en las lecturas que le preceden finalizando con la homilía.
Al hablar de Domingo de Ramos, debemos recordar que es fin de la cuaresma, ya que se cumplió el plazo de los cuarenta días, que pasan después del Miércoles de Ceniza. Con el Domingo de Ramos damos inicio la Semana Santa, en esta ocasión se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías, a la que se le atribuyen las ceremonias principales del día, y son la bendición de las palmas y la procesión.
¿Qué Significado tienen los Ramos?
Los ramos de olivo y de palma son el signo por excelencia de la renovación de la fe en Dios. Se les atribuye ser un símbolo de la vida y resurrección de Jesús. Asimismo, recuerdan también la fe de la Iglesia en Cristo y su proclamación como Rey del Cielo y de la Tierra.
Durante esta época, es costumbre que las personas tengan en sus casas los ramos benditos. Muchos hacen cruces con las palmas y las ponen detrás de la puerta, sobre el crucifijo, en las imágenes sagradas o los cuadros de motivo religioso.
Es por eso que la Semana Santa, es un momento para reflexionar y aceptar Jesús como nuestro Rey y salvador, recordando que nos da la prueba más grande de amor, ya que murió por nuestros pecados, todos tenemos que honrar su sacrificio, brindando amor al prójimo.