La familia ideal está conformada por padre, madre e hijo; sin embargo, la desintegración familiar muestra una realidad distinta, donde la ausencia del padre se ha hecho muy notoria, ya sea por migración, separación o falta de responsabilidad sobre sus hijos. Pero Dios nos recuerda que el amor que Él da a quien es concebido como su hijo no lo desampara; es decir, es hijo de la promesa que Dios le hizo a Abraham.
El Padre Juan Carlos Martínez, Párroco de la Catedral San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, menciona que es una gracia y bendición que Dios ha dado a los padres el poder engendrar y criar a sus hijos para educarlos en el conocimiento y el amor de Dios. Por lo tanto, es importante que la responsabilidad sobre la familia sea ejercida correctamente. Por otro lado, la ausencia de “papá” en la familia es un factor determinante que vulnera el desarrollo del ser humano, haciéndolo sentirse “trunca- do” desde pequeño. Llenar este vacío de manera física resulta desafiante, como si fuera una hoja que debe cumplir requisitos. Es por ello que ahí comienza a actuar el amor de Dios, quien compensa esa falta sin importar las circunstancias vividas.
COMPROMISO
San José viene a dar masculinidad, decisión y compromiso a los padres de familia en la actualidad, para que puedan atender el llamado que Dios les ha encomendado con el don de ser padres. Aprender a comprometerse no depende solo de sus propias fuerzas, sino del impulso que el mismo Dios da para honrar a sus familias e hijos. Pero este llamado es bilateral; también es un llamado a los hijos que mantienen rencores con su padre, para que logren la reconciliación bajo el amor de Dios.
1 Oración
Pedir la gracia a San José como intercesor es esencial para poder ser un padre ejemplar, un hombre que se deja guiar por la voz de Dios y que mantiene su comunicación con Él para poder emprender sus proyectos familiares. Así como la Virgen María actúa en su intercesión, así lo hace San José.
2 Responsabilidad
A través de los sueños, Dios le habló a San José para encomendarle a su Hijo y cuidarlo durante su niñez hasta su adolescencia. Esto se hace evidente desde el embarazo de María y en sus peregrinaciones a Jerusalén para celebrar la Pascua. Este compromiso debe asumirse con valentía.
3 Educación
Ser padre no solo es engendrar y ser sustento, sino educar en el conocimiento y en la fe a los hijos. El padre tiene un papel esencial al brindar las herramientas necesarias para que sus hijos adquieran los valores y principios que la sociedad actual carece.
4 Compañía
El uno funciona para el otro: los hijos y los padres son complemento. Por ello, el acompañamiento y la comunicación pueden fortalecer una excelente relación. Y si, en algún caso, la empatía es limitada, no hay que olvidar que la intercesión mutua en la oración puede ayudar a limar asperezas.