Es una solemnidad de la Iglesia católica en la que agradecemos y damos gloria a Jesús, presente en la Eucaristía.
Fue establecida por el obispo de Lieja, Bélgica, en 1246, a sugerencia de Santa Juliana de Mont Cornillon.
El Papa Urbano IV extendió la celebración a toda la Iglesia Universal en el año de 1264.
Santo Tomás de Aquino compuso el oficio litúrgico propio de la Misa de este día, así como los himnos.
Para todo cristiano es obligatorio asistir este jueves a Misa, a menos que esté impedido por alguna causa grave.