¿Por qué se me dificulta rezarle a Dios?

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Praying in church

La oración es el oxígeno de nuestra vida cristiana: nos permite respirar, estar sanos, aliviar nuestras dolencias, seguir caminando y sobre todo acrecentar nuestra relación con Dios. La oración pasa por momentos de aridez y de grandes frutos, este ritmo es parte de nuestra vida espiritual.

Significado

Para el Padre Bairon Cárcamo, quien es Administrador Parroquial de la Comunidad San José de Cedros, nos expresa como nosotros siendo fieles al amor de Cristo podemos tener una oración profunda con Él y así mismo poder encontrar esa fortaleza por medio de la oración: “La dificultad de rezar está relacionada con la diferencia entre el amor natural y el sobrenatural. El amor natural es superficial, una rutina que se vuelve obligación, mientras que el amor sobrenatural nos conecta profundamente con Dios, como vivieron santos como San Francisco de Asís y la Madre Teresa de Calcuta. Este amor nos lleva a desear pasar tiempo con Dios en todas las circunstancias. Nos cuesta rezar porque aún no hemos experimentado este amor profundo. Mientras nos enfoquemos en lo material, nuestra disposición para orar será limitada, pero en momentos difíciles, despertamos a esa necesidad de un amor que nos impulsa a depender completamente de Dios”.

Comunión

Por su parte Madeline Gómez, feligrés de la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, detalla que significa para ella poder tener una comunicación sincera con Dios: “Siento que la comunión con Dios es algo sencillo y natural, más que un ritual complicado. Para mí, se trata de reconocer su presencia en mi vida cotidiana, en lo pequeño y lo grande. Me conecto con Él a través de la oración sincera, sin formalismos, simplemente hablándole como a un amigo cercano. También lo encuentro en el silencio, en la naturaleza, en los momentos de gratitud y en la forma en que trato a los demás”.

CONSEJOS FÁCILES

1 Postura

Hay diversas posturas para orar. Recuerda la celebración de la Santa Misa, sueles estar de pie, luego sentado, luego de rodillas. Cada una de estas posturas tiene detrás un significado profundo y podemos encontrar la forma correcta de sentirnos tranquilos al omento de orar.

2 Reconocer

No es lo mismo hablar con Dios cuando estamos en un momento de gran alegría personal o cuando pasamos por una crisis existencial. Debes reconocer tu momento personal y desde allí hablar con Dios. Reconoce tu momento y sé sincero con el Señor, porque Él ya conoce tu estado personal.

3 Confianza

La confianza requiere humildad, desprendimiento y amor. Dios es Padre y como buen Padre nos corrige con amor. Confiar en Dios da al alma una enorme paz, una conciencia tranquila y un corazón desapegado de las cosas materiales. Un corazón confiado en Dios apunta siempre hacia lo alto porque sabe que su destino no es esta tierra, sino la bienaventuranza eterna con Dios en los Cielos.

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