Al concluir la audiencia general, el Papa Francisco extendió una conmovedora invitación a renovar la cercanía mediante la oración con el “amado pueblo” de Ucrania y aquellos que experimentan los estragos de la guerra en Palestina e Israel. Durante sus saludos en árabe, subrayó que los cristianos, por vocación, deben vivir los valores fundamentales de “amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y autodominio”.
En un gesto de solidaridad, el Pontífice instó a intensificar la oración en apoyo al pueblo ucraniano y a todos los afectados por los conflictos en Oriente Medio y otras partes del mundo. En sus palabras, el Papa Francisco elevó una plegaria especial al Señor, solicitando que siembre semillas de paz en los corazones de las autoridades de los países envueltos en conflictos.
Mientras tanto, durante su visita a Israel, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó su preocupación por el elevado número de víctimas civiles en la guerra de Gaza, especialmente entre los niños. Urgió a garantizar el suministro de “más alimentos, agua y medicamentos” a Gaza y a quienes lo necesitan en medio de la crisis.
En un contexto internacional tenso, se reportaron nuevos incidentes, como el bombardeo ruso en Kharkiv, Ucrania, que afectó un centro de salud infantil. En Israel, se anunció la trágica muerte del soldado número 186 desde el inicio de la operación terrestre en Gaza contra Hamás. La situación está poniendo a prueba los sistemas de defensa antiaérea ucranianos debido a la escalada de ataques con misiles y drones por parte de Rusia.
El Papa Francisco recordó a los peregrinos de lengua árabe, citando la Carta de San Pablo a los Gálatas, que los cristianos, revestidos de Cristo en el bautismo, están llamados a vivir virtudes fundamentales como el amor, la alegría, la paz, la magnanimidad, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí, como una expresión de su vocación cristiana. En estos momentos difíciles, el Papa subraya que la paz verdadera nace en el corazón de cada individuo.
