Cada 9 de septiembre, la Iglesia celebra a San Pedro Claver, un misionero jesuita que dedicó su vida a acompañar a los esclavos africanos en Carta- gena, devolviéndoles su dignidad a través de gestos sencillos como ofrecer comida, agua y medicina. Su legado de compasión y servicio sigue siendo un ejemplo que nos inspira a acompañar a los más vulnerables en la actualidad: migrantes, oprimidos, privados de libertad y enfermos. El seminarista José Martínez del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa destaca que, aunque no podemos cambiar el mundo, sí podemos cambiar el día de una persona con amor, empatía y compasión, siguiendo el ejemplo de San Pedro Claver.
Frutos
El Padre Alberto Enamorado, Párroco de la comunidad Divina Providencia, destaca que el legado de San Pedro Claver sigue vivo en los cristianos de hoy, sabiendo que “Lo que podemos imitar es saber que lo que se entrega es la propia vida al servicio de los más necesitados”. El Presbítero agrega que “San Pedro Claver nos mostró el corazón de Dios preocupándose por los esclavos de su tiempo, y hoy vemos que las esclavitudes siguen existiendo, aunque en formas diferentes.
Vivimos cadenas del alma, como el egoísmo, los vicios o las ideologías que nos apartan del camino de Dios. Liberarnos de estas cadenas y ayudar a otros a hacer lo mismo es nuestra misión”. En un mundo donde el sufrimiento y la injusticia prevalecen, la fiesta de San Pedro Claver nos recuerda que, aun- que no resolvamos todos los problemas del mundo, cada pequeño acto de amor cuenta en la construcción de un mundo más humano y solidario.