Mirza Rivera | www.suyapamedios.hn
Con una Eucaristía presidida por el Padre Natael Perdomo, decano de zona Subirana y concelebrada por el párroco Rudy Matías, el vicario, Jorge Cruz Donaire y el acompañamiento de gran parte del clero de la Arquidiócesis, se celebró la fiesta patronal de la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Se recordó, además, con memoria agradecida, los 425 años de la construcción de este templo colonial, que es el más antiguo de la Arquidiócesis.



Presencia
Feligreses de todas las comunidades parroquiales, de las parroquias vecinas y de otras diócesis llegan cada 16 de julio para celebrar la fiesta de Nuestra Señora del Carmen en este templo que resulta insuficiente para tantos peregrinos. El presbítero Rudy dio la bienvenida al clero arquidiocesano y a todos los fieles que celebran esta fiesta de fe, tradición y gratitud.
En su mensaje, el sacerdote Perdomo expresó: “Desde este lugar, hacemos memoria de la mano de nuestra Señora del Carmen, de 425 años de historia de evangelización en nuestras tierras hondureñas. Bendecimos a Dios que no nos abandona nunca a nosotros, sus hijos, y que ha permitido que la luz del evangelio llegara hasta nosotros, esa luz que ha brillado a través de la historia y sigue brillando hoy en el testimonio de cada uno de nosotros”.
El Presbítero comentó que esta pequeña Iglesia misional construida hace 425 años, es un símbolo de todos estos años de historia de los cuales debemos hacer memoria agradecida al Señor y a la Virgen por tantos hombres y mujeres que han abrazado el mandato divino de ir por el mundo entero y anunciar el evangelio, gracias a ellos nosotros conocimos al Señor, gracias a ellos, la luz del evangelio llegó hasta nosotros, su testimonio de entrega y desprendimiento ha permitido que esa luz nos siga iluminando a todos para recorrer juntos el camino que nos lleva a la salvación, que nos compromete a asumir en nuestra vida concreta los valores de ese evangelio, valores del amor, perdón, respeto, el compromiso de la dedicación.
“Como la Virgen María, nosotros también estamos llamados a vivir en la esperanza: aunque los momentos actuales no nos den tantos signos de esperanza, la nuestra, como la de ella, está puesta en el Señor, porque sus promesas se cumplen”
P. Natael Perdomo, Decano zona Subirana