Renato Martinez – Ciudad del Vaticano-Este jueves, 5 de septiembre, el Santo Padre se reunió con los Asistentes de las realidades caritativas de Indonesia, en la sede de la Conferencia Episcopal de este país, en el marco de su 45 Viaje Apostólico. A ellos, el Pontífice les recordó que, “son pequeñas estrellas brillantes en el cielo de este archipiélago, son los miembros más valiosos de esta Iglesia, sus tesoros como enseñó el diácono mártir San Lorenzo desde los primeros siglos del cristianismo”.
“Afrontar las dificultades juntos, todos dando lo mejor de nosotros, aportando cada uno nuestra contribución única, nos enriquece y nos ayuda a descubrir día a día cuánto vale nuestro estar juntos, en el mundo, en la Iglesia, en la familia”, con estas palabras el Papa Francisco alentó a los participantes en el Encuentro con los Asistentes de las realidades caritativas de Indonesia, con quienes se reunió este jueves 5 de septiembre, en la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia (CEI), en el marco de su 45 Viaje Apostólico.
En sus saludos al centenar de enfermos, discapacitados y pobres ayudados por varias organizaciones caritativas del archipiélago, el Santo Padre les agradeció por su presencia y también agradeció a los Obispos de Indonesia por incluirlos en las celebraciones por el centenario de la CEI.
“Es muy hermoso que los Obispos indonesios hayan elegido celebrar con ustedes el centenario de su Conferencia nacional. Gracias a ustedes por esta elección. Gracias, presidente. Se ve que tu espíritu cartujo nos ayuda a hacer estas cosas”.
Saludo
Después de escuchar el saludo del Presidente de la Conferencia de Obispos de Indonesia, monseñor Antonius Franciskus Subianto Bunyamin, obispo de Bandung y el testimonio de Mimi Lusli y Mikail Andrew Nathaniel, dos personas con discapacidad, el Papa Francisco destacó que, “Dios ha creado a los seres humanos con capacidades únicas para enriquecer la diversidad de nuestro mundo”. Y muestra de esto es Mimi, quien habló de manera maravillosa de Jesús, “nuestro faro de esperanza”.
“Ustedes que son pequeñas estrellas brillantes en el cielo de este archipiélago, son los miembros más valiosos de esta Iglesia, sus tesoros como enseñó el diácono mártir San Lorenzo desde los primeros siglos del cristianismo”.
Llamados
Asimismo, al comentar el testimonio de Andrew, joven indonesio que participó recientemente en los Juegos Paralímpicos, el Santo Padre recordó que juntos podemos afrontar las dificultades de la vida y estamos llamados a convertirnos en campeones del amor en la gran Olimpiada de la vida.
“Afrontar las dificultades juntos, todos dando lo mejor de nosotros, aportando cada uno nuestra contribución única, nos enriquece y nos ayuda a descubrir día a día cuánto vale nuestro estar juntos, en el mundo, en la Iglesia, en la familia”.
Antes de saludar personalmente a los presentes en la Sala “Henry Soetiio” de la Conferencia Episcopal de Indonesia, el Pontífice firmó una placa de mármol en recuerdo de su visita y pidió que recen por él, así como el Papa reza por ellos. Además, saludó a la mamá de Andrew de 87 años que no pudo participar en el Encuentro.
“También hoy me gustaría desearle un feliz cumpleaños a esta madre que no pudo venir, está en cama, ¡pero hoy cumple 87 años! Deseémosle un feliz cumpleaños aquí, todos juntos”.