Con el lema “Jesucristo se hizo pobre por ustedes” texto tomado del libro de San Pablo a los Corintios, el vicario de Cristo convocó para este domingo la Jornada Mundial de los Pobres, la que viene a ser un fundamento del compromiso solidario que debemos tener con los más necesitados.
Contexto
El mensaje del Santo Padre ofrece una mirada consciente de la pobreza, sus causas estructurales y como se ha agudizado este flagelo producto de la desigualdad y la injusticia que impera en la cultura del descarte. De igual manera, se refiere a la pandemia y sus consecuencias, además, en como la guerra sigue creando más pobres, condenados a la muerte y a la destrucción. “¡Cuántos pobres genera la insensatez de la guerra! Dondequiera que se mire, se constata cómo la violencia afecta a los indefensos y a los más débiles” dijo Francisco.
Asimismo, destaca no solo la situación mundial, sino aquella que se da concretamente en las comunidades cristianas. Es por ello que propone la solidaridad, como antídoto universal contra la pobreza. El Papa dice que la solidaridad, es, “compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra”.
Ayuda
El padre Avilio Zambrano, párroco de la comunidad San Pedro Apóstol, considera que esta jornada nos debe ayudar a darnos cuenta que los pobres también son nuestros hermanos, que esperan que les tendamos la mano. “Muchos dirán, yo no tengo nada que dar, eso es lo primero que tenemos que sacar de nuestra mente, porque cuando se quiere ayudar, se buscan las maneras para colaborar, porque allí está ese dicho, no da quien tiene, sino quien quiere”, dijo.
Lastimosamente advierte el presbítero, los pobres son esas personas desprotegidas que nadie ve por ellos. Sor Dirla Gúnera, misionera del Sagrado Corazón, explica que no se trata de darles dinero solamente, sino que se “Les enseñe a las personas, para que así puedan ubicarse en un empleo, que puedan ejecutar y desarrollar sus habilidades, sus capacidades, especialmente su profesionalismo. De esa manera, vamos saliendo de la miseria que se está viviendo en tantas personas actualmente”, agregó.
La Caridad no es un asistencialismo
El Papa es claro en su mensaje, no se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres, como suele suceder; es necesario, en cambio, hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario. No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído. Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social.
