Durante la celebración de la Santa Eucaristía por la Solemnidad de la Epifanía del Señor llevada a cabo en este día, Su Santidad el Papa Francisco nos llama a reflexionar sobre “el lugar que nosotros damos al Señor en nuestra vida”.
“Junto con los Reyes Magos, hoy también nosotros, alzando la mirada al cielo, nos preguntamos: ¿Donde está el […] que acaba de nacer? Es decir, ¿cual es el lugar en el que podemos encontrar a nuestro Señor?”, expresó el Santo Padre.
Con esta interrogante, Su Santidad nos incita a preguntarnos donde está la raíz de nuestra felicidad y a que cosas le damos verdadera importancia en nuestra vida. “¿Donde está la felicidad para mi? ¿Donde está la vida plena a la que aspiro? ¿Donde se encuentra ese amor que no pasa, que no tiene ocaso, que no se rompe in siquiera ante la fragilidad, los fracasos o las traiciones?”
En todas estas preguntas, también nos exhorta a tener fe, la cual es un “don de Dios”, quien se encuentra “en la inquietud de las preguntas” que nos “abren a la búsqueda de Dios”. Asimismo, también podemos encontrar a Dios “en el riesgo del camino”. “Si no nos ponemos en camino, si no dirigimos nuestro movimiento interior hacia el rostro de Dios y la belleza de su Palabra, pueden inducirnos a la frustración y a la desolación”.
De igual manera, no es suficiente solo dedicarnos a rezar o a decir alguna oración, ni el tener una “mera noción de Dios”, sino que “es necesario hacerse discípulos que siguen a Jesús y su Evangelio, hablarlo todo con Él en la oración, buscarlo en las situaciones cotidianas y en el rostro de los hermanos”.
Al finalizar la homilía, Su Santidad nos indica que “el asombro de la adoración” es “el punto decisivo” donde nos encontramos con el Señor. “Nuestras inquitudes, nuestras preguntas, los caminos espirituales y las prácticas de la fe deben converger en la adoración del Señor. Es en la adoración del Señor donde se encuentra la fuente esencial de la que todo nace”.