El Papa Francisco consagró este viernes 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, un gesto espiritual de mucha profundidad que busca que exista paz en estas naciones. “Es un gesto que no es una fórmula mágica, sino un acto espiritual que refleja la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, entregándose totalmente a Ella”. dijo el Papa.
En todos los países del mundo, se unieron a este momento de oración, que tuvo un acto penitencial y la oración mariana, vinculada especialmente a las apariciones en Fátima y su anunció sobre la consagración.
“En unión con los obispos y los fieles del mundo, deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a Ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre” dijo el Papa al referirse a la consagración de estas naciones actualmente en guerra.
