Panorama económico para 2021 no es nada alentador advierten economistas

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SSA04. SAN SALVADOR (EL SALVADOR) 02/10/08.- Una mujer salvadoreña permanece frente a su casa hoy, 2 de octubre de 2008, en la comunidad "Bendicion de Dios" de Soyapango, a las afueras de San Salvador (El Salvador). Un estudio del Programa Mundial de Alimentos (PMA) presentado en el país reveló que el número de pobres en Centroamérica incrementó alrededor de un millón en los últimos 18 meses, debido a los altos precios de los alimentos. EFE/Roberto Escobar

Si bien 2020 ha sido un año difícil económica y sanitariamente la presencia del COVID-19 ha dejado luto, desempleo y más pobreza en el país, el camino es lúgubre asegura el ex presidente del BCH Hugo Noé Pino.

 

El poco crecimiento económico que se espera para 2021 se verá reflejado en una disminución de la demanda interna lo que implica un nivel de consumo e inversión  bajo señala la ex presidenta del colegio hondureño de economistas Liliana Castillo, quien considera que el próximo año no habrá generación de nuevos puestos de trabajo y será un proceso lento de recuperación  de los más de 700 mil perdidos.

Gabriel Molina Gerente de Empresas Sostenibles del COHEP afirma que La nueva normalidad demanda de mayor flexibilidad de las empresas en sus maneras de trabajar como por ejemplo el trabajo a distancia o teletrabajo. La pandemia forzara a muchas empresas en acelerar la digitalización de sus modelos de negocio que les permita poder mantenerse vigentes ante las nuevas formas de trabajar y ante las nuevas necesidades de los mercados.

Los emprendedores hoy deben tener mucho más presente que sus modelos de negocios deben ser más flexibles, digitales y con mucha empatía y personalización para con el cliente apuntó Molina.

El comercio electrónico, la banca digital y todos los servicios que permitieron a las empresas digitalizar sus operaciones y opciones de venta han ayudado a muchas MIPYMES poder reinventarse, transforma sus modelos de negocio y poder sobrevivir. Sin embargo las ventas aún son muy bajas.

La pandemia sigue vigente y el temor de las personas es real y sigue castigando en el consumo de los hondureños que también han cambiado sus patrones de consumo. Por último, la pérdida del poder adquisitivo en más de 600,000 hogares de hondureños que perdieron sus empleos debido a la pandemia y aún no sabemos cuántos a raíz de ETA y IOTA.

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