
Caminando juntos durante este Año Jubilar, atendemos este domingo al igual que el pasado la Palabra de Dios que sigue presentando el “Discurso de la llanura” en el capítulo seis de Lucas. Todo el discurso está impregnado por el tema del amor y de la misericordia. Desde este punto central el autor quiere combatir la hipocresía en la vida cristiana. La estupenda imagen del árbol, representa las opciones de la vida ante el don de la fe: puede ser un corazón corrompido y perverso del que salen las maldades y las injusticias o, por otro lado, un corazón bueno que es capaz siempre de producir obras de amor. El teólogo Dietrich Bonhoeffer, mártir en los campos de concentración nazis, en su obra Ética recordaba que “la bondad no es una cualidad de la vida sino la vida misma; ser buenos significa vivir”. Por eso Jesús hoy afirma que a los falsos como verdaderos maestros y hermanos se les reconocen no por su follaje, o sea por sus apariencias, sino por sus frutos, es decir, por su maldad o por su generosidad y amor. A la larga, para haber llegado a ser un árbol y dar frutos, se tuvo que vivir alimentándose de los nutrientes de la tierra, del agua y de la luz del sol. Estos elementos el cristiano los recibe desde muchos lugares y experiencias de fe: la meditación de la Palabra, el Cuerpo de Cristo, la oración, el ayuno, la práctica de las obras de misericordia, la vida de comunidad, etc. ¿por qué no se producen entonces los buenos frutos? El evangelista Lucas advierte esa sutil pero dañina manera de estar en la comunidad cristiana, en la que se puede estar perseverando de cualquier manera, pero sin una entrega sincera, sin haber abrazado de manera radical la causa de Cristo y su Evangelio. Nos llenamos entonces de follaje, de pura apariencia, sin producir los frutos que en determinado momento de largo camino cristiano deberíamos estar comenzando a dar. Jesús es la fuente maravillosa que deberá nutrir hasta lo más íntimo de nuestro ser, sólo con Él y desde Él, el árbol que somos cada uno de nosotros dará frutos en abundancia.