La Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM) ha reafirmado su compromiso con la protección del medio ambiente durante su asamblea anual celebrada a principios de febrero. En esta reunión, Noel Ortiz Pineda, un sacerdote hondureño de 33 años, fue elegido como el nuevo secretario ejecutivo de la organización, asumiendo el cargo para el período 2024-2026. En una entrevista con Vida Nueva, Ortiz enfatizó la importancia de que los católicos se conviertan en agentes activos en la preservación de la naturaleza, adoptando acciones concretas que promuevan cambios reales y efectivos en la protección de nuestro hogar común, inspirados por la fe y la llamada del Papa Francisco a atender la crisis ambiental.
El sacerdote destacó la necesidad de que la REMAM enfrente diversas realidades en la región mesoamericana, incluyendo la falta de compromiso político para proteger la biodiversidad, así como los desafíos provocados por el cambio climático y la explotación de recursos naturales por parte de empresas transnacionales. Ortiz también señaló problemas como la falta de planificación urbana y la disputa por la tierra y las semillas, subrayando la importancia de defender los derechos humanos y la justicia ambiental en estas situaciones.
La REMAM tiene como objetivo articular, incidir y educar en su labor por la protección del planeta. Ortiz explicó que la red busca colaborar con otras instituciones dentro y fuera de la Iglesia, influir positivamente en los cambios necesarios y promover la educación ambiental como pilar fundamental para todas las generaciones. Además, enfatizó el papel profético que la REMAM aspira a desempeñar en Mesoamérica, buscando transformar la realidad hacia un cuidado más integral de la creación.
El sacerdote hondureño destacó el creciente interés de los jóvenes católicos en la conservación ambiental, especialmente a través del Movimiento Laudato si’. Este compromiso se refleja en actividades educativas, campañas ecológicas y programas de catequesis dirigidos a las nuevas generaciones, con la esperanza de fomentar un cambio generacional significativo que promueva la esperanza y el cuidado colectivo del medio ambiente.
