Con una solemne Santa Eucaristía presidida por Monseñor José Vicente Nácher Tatay, Arzobispo de Tegucigalpa, la Parroquia Santa Cruz de Tegucigalpa recibió a su nuevo párroco, el Padre Felipe Jiménez.
En su homilía, Monseñor Nácher Tatay resaltó la esencia del ministerio del Padre Felipe, señalando que, a pesar de sus limitaciones físicas, es Cristo quien guiará su labor pastoral en la parroquia.
“El padre tiene sus limitaciones, pero es Jesucristo quien va a guiar esta parroquia. Él está en persona de Cristo”, afirmó el Arzobispo, subrayando la centralidad de la presencia de Cristo en la comunidad.
Por su parte, el Padre Fede Arbizu, quien entrega el cargo al Padre Jiménez, destacó el compromiso de servicio durante su mandato, especialmente durante la crisis en la colonia Guillén, donde la parroquia brindó ayuda a cientos de familias afectadas.
Destacó el esfuerzo conjunto de la comunidad parroquial y la solidaridad de la arquidiócesis en tiempos de necesidad.
En su primer discurso como Párroco, el Padre Felipe Jiménez compartió su alegría por unirse a la comunidad en el tiempo pascual. Enfatizó la importancia de vivir el misterio de la Resurrección y llevar la alegría del Evangelio a todos los rincones de la parroquia.
El nuevo párroco, haciendo eco de las palabras del Papa Francisco, destacó que tanto él como la comunidad serán portadores de la alegría de Cristo resucitado en su labor pastoral.
El templo Santa Cruz, congregó a toda la Cuasi Parroquia, en un Santa Misa de toma de posesión que desencadenó muestras de agradecimiento al párroco anterior y la bienvenida al nuevo guía espiritual de esta comunidad.
