Indícame tus caminos, Señor; enséñame tus sendas.
Que en mi vida se abran caminos de paz y bien,
caminos de justicia y libertad. Que en mi vida se
abran sendas de esperanza, sendas de igualdad y
de servicio. Encamíname fielmente, Señor.
Enséñame tú que eres mi Dios y Salvador.
Ensancha mi corazón encogido y sácame de mis
angustias. Mira mis trabajos y mis penas, y perdona
todos mis pecados.
Señor, que salga de mi mismo y vaya hacia ti, y
que no quede defraudado de haberme confiado a
ti. Indícame tus caminos, Señor, tú que eres el
Camino. Hazme andar por el sendero de la verdad,
tú que eres la Verdad del hombre. Despierta en mí
el manantial de la vida, tú que eres la Vida de
cuanto existe.
Amén