Confiemos a la Santísima Trinidad el inicio de este nuevo mes que comienza diciendo la siguiente oración:
¡Oh divina Providencia!
¡Concédeme tu clemencia
y tu infinita bondad!
Arrodillada a tus plantas a ti caridad portento.
Te pido para los míos casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, Ilévalos por buen camino.
Que sea siempre la virtud la que los gule en su destino
Tú eres toda mi esperanza.
Tu eres el consuelo mio.
En la que mi mente alcanza,
en ti creo, en ti espero, y en ti confío.
Tu divina Providencia se extiende a cada momento.
Para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento.