Responder ante el llamado de Dios no se puede evadir, porque dichoso es aquel al que Él escoge para hacer su santa voluntad y esto, al final, tiene su recompensa al ser obedientes y responsables ante este mandato. Llevar el Cuerpo y la Sangre de Cristo al pueblo de Dios, testimoniar con fe firme en la presencia real de Jesucristo y facilitar su distribución dentro de la Misa cuando hay un buen número de comulgantes, son acciones que están dentro del marco del servir. Todo esto identifica al Ministro Extraordinario de la Comunión (MEC).
En el gimnasio Jerusalén de Juticalpa, y durante toda una semana, se está llevando a cabo la formación a 14 personas para poder fungir como MEC, entre ellas 4 matrimonios y 6 mujeres. La coordinadora de este taller de formación es Mirna Miralda, quien es acompañada de un equipo conformado por Yillian Guifarro, Glenda Martínez, Dunia Murillo, Isidro Ávila y Sor Mercedes Gutiérrez. Así mismo el grupo de MEC tiene su junta directiva la que está coordinada por María Elena Sánchez respectivamente.
Dunia Murillo, subcoordinadora de este grupo de servicio, manifestó que “El Señor hace el llamado. Él nos mandó a los ministros a invitar a más hermanos a que se unan a esta forma de darnos por nuestra Iglesia”. Murillo también agregó que “es una satisfacción cuando el enfermo recibe la Eucaristía y esperamos que estos nuevos servidores no se desanimen y lleguen hasta el final de esta formación que sabemos les ayudará en su crecimiento espiritual”.
Por su parte, Mirna Miralda, también miembro de esta comunidad, agregó que “El MEC es una persona activa, pero también debe de tener una vida sacramental activa ya que todos debemos alimentarnos del Cuerpo y Sangre de Cristo”. El objetivo es la formación espiritual a los nuevos MEC para el servicio de la Iglesia y también desarrollar su espíritu de animación, así como dar un testimonio que ayude a la comunidad.
