En Honduras, el mes de agosto es dedicado a la familia desde 1994. En un principio, como una iniciativa gubernamental con el propósito de destacar los grandes aportes que hace la institución familiar en la sociedad. Posteriormente, esta iniciativa fue felizmente acogida por la Iglesia Católica de Honduras celebrándose cada año el “Mes de la Familia” para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia. En la familia, se construye la identidad de la persona, se protege su autonomía y es la base desde donde se proyecta al ámbito social.
Son los padres los primeros responsables de la educación de los niños, de proteger su intimidad y promover su desarrollo con base a los valores culturales propios; la familia en que se vive o la familia que se anhela, está llamada a ser una realidad de encuentro, crecimiento y proyección, por eso desde la Iglesia, en este mes, siempre se invita a participar en las distintas actividades orientadas a niños, novios, matrimonios, embarazadas, personas mayores, y jóvenes, a fin renovar y revitalizar la riqueza propia de la realidad familiar.
El Santo Padre Francisco precisa que es fundamental anunciar el Evangelio acompañando a las personas, poniéndose al servicio de su felicidad: ayudando a las familias a caminar de una manera que respondan a su vocación y misión; de ahí, que como Iglesia que peregrina en Honduras se patrocinó y participó en la protesta masiva registrada el pasado 22 de julio 2023, en diferentes ciudades del país, denominada “Marcha a favor de la niñez y la familia”, en contra de la Ley De Educación Integral De Prevención del Embarazo Adolescente en Honduras, promovida por el Poder Legislativo, promulgada el 9 de marzo del 2023 y enviada para su ratificación al Poder Ejecutivo.
Durante la marcha de las Iglesias cristianas y la sociedad civil, por demás, con una masiva participación se le solicitó a la presidenta de Honduras, vetar la ley en vista que los padres y madres veían con preocupación la influencia del Estado, sobre la educación sexual de sus hijos en detrimento de los valores de la familia tradicional, porque con la ley que se pretendía aprobar en vez de resolver el drama de las menores embarazadas, lo que buscaba era impulsar “un proyecto educativo basado en la destructiva ideología de género.
Finalmente, la presidente de Honduras, Xiomara Castro, escucho a su pueblo y vetó este sábado 29 de julio la polémica Ley, decisión que hizo público mediante un mensaje en Twitter que dice: “Con la fórmula “VUELVA AL CONGRESO” veté esta Ley, por no cumplir su finalidad de ser integral y prevenir los embarazos en adolescentes de acuerdo a las razones expuestas en los fundamentos del veto. Una feliz noticia para los hondureños pero que nos obliga a no bajar la guardia porque el peligro sigue latente y “No podemos ser indiferentes al futuro de la familia, comunidad de vida y de amor, alianza insustituible e indisoluble entre el hombre y la mujer, lugar de encuentro entre generaciones, esperanza de la sociedad” según lo expresa el Papa Francisco.
