El Padre Rodolfo Varela hoy en la Misa en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, centró su homilía en la figura de San Judas Tadeo quien imitó a Cristo de diferentes maneras.
El padre sostuvo que San Judas tiene un signo particular, que es un medallón en el pecho, “¿Qué es lo que trae ese medallón en el pecho de San Judas”? Lo que trae es el rostro de Cristo, ¿Por qué trae este rostro de Cristo? Porque decían que San Judas Tadeo tenía un parecido muy similar al de Jesús el Maestro, física y espiritualmente.
“Muchos pudieron ver a Jesús en San Judas Tadeo y ese es el ideal de todo apóstol, y ese es el ideal de todo cristiano, que los demás vean Cristo en mí, el ideal de San Judas no es ser famoso él, el ideal de San Judas, como el de todos los santos y el de la Virgen es llevarnos a Jesús”.
La meta no es el mismo, la meta es Jesús, manifestó, “así que nuestra devoción a San Judas tiene que ir encaminada a ser imitadores de Cristo visto como él lo fue, si a él se le presenta con el medallón con Cristo es por eso porque el logró semejarse al Señor espiritualmente”.
Hoy el oficio de lectura nos dice en que nos debemos de asemejar a Cristo como apóstol, recalcó en primer lugar “nosotros debemos asemejarnos a Cristo con la invitación a la conversión de los pecadores, Cristo no vino a juzgar pecadores, vino a llamarlos a la conversión, es decir nuestro papel no es juzgar a los pecadores”.
Nos recordó que nuestro papel es invitarlos a la conversión, pero esa invitación a la conversión, debe ser no solo de palabra, sino también de obra, que sea mi testimonio el que inquiete el que siembre la duda en los pecadores del cambio de la conversión de llevar una vida cristiana santa.
El sacerdote dijo que cuando los santos destacan, “es por la alegría que demuestran, es por el servicio que dan y van destacando en este servicio, y va cuestionando a quienes están alrededor de ellos y dicen porque esta tan feliz”, ¿Por qué sirve tanto?, ¿De dónde viene esa fuerza para entregarse?, esa fuerza para entregarse viene del mismo Cristo.
Así mismo aseguró que no es con nuestras propias fuerzas que vamos a alcanzar la santidad, es con la gracia de Cristo y eso lo entendió muy bien San Judas Tadeo, entonces lo primero que tenemos que hacer es invitar a la conversión de palabra y de obra.
En segundo lugar “nosotros estamos llamados a visitar y curar al enfermo, física y espiritualmente, y es una de las obras de misericordia, corporales visitar a los enfermos, orar por ellos, ver por sus necesidades, atenderlos, allí estamos nosotros atendiendo el papel de Jesús, el papel de los apóstoles al visitar a los enfermos y velando por sus necesidades materiales y espirituales”.
Y en tercer lugar tener claro, “esto lo tuvo claro Jesús, esto lo tuvieron claro los apóstoles, después de la resurrección esto lo tenemos que tener claro nosotros, estamos en esta vida para ser la voluntad del Padre, no la nuestra, Jesús lo entiende bien, los apóstoles lo entienden después de la resurrección, Jesús Tadeo así lo demuestra así hemos de ser nosotros”.
Y concluyó en que “no estamos aquí en la Iglesia para cumplir nuestra voluntad sino la voluntad del Padre el testimonio de San Judas Tadeo nos lleve a nosotros también a querer imitar a Cristo”.