La Misa de este lunes 13 de Julio fue oficiada por el padre Carlo Magno Núñez en la Basílica en su homilía manifestó “hemos escuchado durante todos estos días al profeta Isaías y al profeta Oseas que enlazan muy bien, las denuncias de Injusticia que hoy nos presenta esta primera lectura que hemos escuchado del profeta Isaías”.

El padre Carlo Magno sostuvo que deberíamos preguntarnos todos, si nuestras manos están completamente limpias de sangre inocente, “nuestras manos se ensucian cuando cometemos injusticias, no solo se ensucian las manos del criminal que mata a sangre fría, o sin ningún temor , el que asesina materialmente a otro , sino también los cómplices y a veces nosotros somos cómplices de muchos crímenes”.

Además dijo “pertenecemos a estructuras, donde se comente injusticia, o estructura de gobierno, donde se tolera la corrupción y la medicina no llega a los hospitales, la educación no llega a los niños, son crímenes, así se manchan también nuestras manos, cuando somos tolerantes, cuando no dejamos que el pan llegue a cada mesa, o la medicina, la educación, o lo que le corresponde a la gran mayoría y se acapara para unos pocos que asegura a su familia por generaciones”.

Según el presbítero no es posible llevar una vida tranquila si las manos están manchadas de sangre, no se puede oran tranquilamente, por eso no podemos ser cómplices de la injusticia, porque así se manchan nuestras manos.

El Evangelio aseguró extraña un cierto modo de conflicto, no se puede llegar a esta tierra, a decir idolatrías y quebrantar el poder del pecado y pensar que todo esto sucederá con agrado y aplauso de todo hay que esperar pugnas, recelos, hay que suponer que tales dificultades entrarán en el seno de las relaciones que nos parecen más estables como es la familia, ¿cuántas personas divididas en las familias por ideologías, herencias, porque el otro no piensa igual que yo?, ¿cuántas veces somos intolerantes dentro de la familia? a esto se refiere el Señor Jesús, la razón es que el amor de Dios ofrece lo que pide Él no tiene comparación con ningún otro amor.

En la medida dijo “en que nos relacionamos con Dios, el amor verdadero fructifica, el amor verdadero se afianza, porque el amor viene de Dios, y así nos lo dice el apóstol Juan, el que ama a conocido a Dios, porque Dios es amor y la fuente del amor, nos va a inundar a nosotros, para poder cumplir el mandamiento del amor, en eso consiste preferirlo a Él que a todos los demás” concluyó.

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