En la homilía dominical precedida por el VI Arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nacer Tatay, en la Catedral Metropolitana, se refirió a los primeros cristianos que “compartían juntos el alimento con sencillez y alegría” es decir, de manera connatural, sintiéndose afortunados de ello.
Monseñor detalló, que estamos “a los ocho días” de la Pascua, y también nosotros experimentamos que, como Tomás, “en la ausencia comunitaria” no somos capaces de creer, aunque “queremos creer”.
Al igual reiteró, que la comunidad eclesial posee un dinamismo pascual, por el que se convierte en portadora de “una herencia incorruptible”, en la cual renace una “esperanza viva” y de vida mediante la resurrección de Jesucristo triunfador de la muerte, expresó
El sexto arzobispo de Tegucigalpa señaló, que la verdadera cobardía es la de quienes se esconden en el anonimato y mantienen sus puertas cerradas por miedo a que el Espíritu Santo siga impulsando a su Iglesia a vivir la alegría de la Resurrección”
Al termino del menaje agregó que cada página de los Evangelios está llena de gestos que expresan la Misericordia de Jesucristo, que “sopla su Espíritu” y da “la paz” a los suyos, “para que creyendo tengan vida”, juntos sigan sus pasos y compartan con sencillez y alegría con toda la familia humana “la salvación recibida, meta de la fe”.