En el cuarto Domingo de Pascua, día en que se celebra al Buen Pastor, el arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher, comenzó la homilía diciendo que desde el interior de nuestro corazón contrito y humillado brota esta oración: “Solo tú Señor eres mi fortaleza y mi refugio”. Y en un corazón sencillo abierto a Dios, escuchamos que el Divino Corazón de Jesús nos responde: “Yo estaré contigo”. Y, con temor añadimos, ¿cómo estarás con nosotros Señor? y escuchamos esta promesa cierta “Yo Pastor eterno os daré en la historia pastores conforme a mi Corazón Santo”.
El sexto arzobispo, añadió, “por ello, con humildad y sencillez en este Domingo del Buen Pastor te seguimos pidiendo, Pastor Bueno y eterno dale a tu Iglesia pastores que pasando la Puerta entren y salgan en tu intimidad y en tu bondad, pastores que, entrando en ti, salen de ti, para llevarnos a ti. Pastores sin miedo a dar la vida por las ovejas porque saben que su vida está basada en ti, danos pastores que nos hablen con amor para poder reconocer tu Palabra en su voz”.
Danos pastores que nos llamen por nuestro nombre, que conozcan nuestros nombres en la manera paternal y maternal como tú nos conoces, porque quien con ternura nos llama por nuestro nombre, nos conoce y nos reconoce. Danos pastores que oren por nosotros, como nosotros oramos por ellos. Danos Señor, pastores llenos de ti, que nos infundan tu Espíritu para que sus palabras y sus signos toquen nuestras almas, sanen nuestras heridas, fortalezcan nuestra esperanza. Danos pastores alegres, dichosos de guiarnos, acompañarnos y guardarnos, que sientan su misión como un don y un servicio. Danos pastores muchos y santos, y que caminen delante de nosotros a ti, Puerta única del cielo.
En fin, Señor, danos pastores conforme a tu voluntad, y siempre guárdalos en tu corazón. Y también Señor, concede a nuestros pastores unas ovejas dispuestas a salir del redil cansadas pero tranquilas, sabiendo que con sus pastores pueden entrar y salir sin peligro. Porque cuando hay comunión entre pastores y ovejas, el rebaño camina unido, sin miedo a los ladrones que quieren dividirnos, confundirnos para robarnos la alegría.
Por último, en este Domingo del Buen Pastor queremos recordó con sincero agradecimiento a meritorios pastores como: Em. Óscar Andrés, Mons. Luis Alfonso, Mons. Raúl, Mons. Ángel, Mons. Guido, y Mons. Luis, y dijo que ellos y muchos más supieron entrar en Dos por Jesús –Puerta Santa- y salir para mostrarnos a todos la Puerta de la salvación. En ellos se hizo vida el Evangelio de hoy resumido en la frase final y también lema episcopal de Monseñor Ángel dice: “Yo he venido para que todos tengan vida, y la tengan en abundancia”.
