Con la compañía de la feligresía de toda la Arquidiócesis, se llevó a cabo la Misa Crismal con la que se da comienzo al Triduo Pascual y las celebraciones de la Semana Santa. La celebración comenzó con un emotivo responso en la cripta sacerdotal que está ubicada en la parte baja de la Basílica, para luego entrar por la nave central en medio de aplausos y vivas de los presentes. .
Por otra parte se contó con la presencia del Cardenal Rodríguez, obispo emérito de Tegucigalpa quien junto al Monseñor Gianfranco Todisco, obispo misionero quien ha trabajado en la zona de la Montaña de la Flor, con la compañía del clero arquidiocesano.
Hoy también se celebra el día del Sacerdote, y es por ello que en su homilía, Monseñor José Vicente, pidió a los presbíteros seguirse entregando por cada uno de sus feligreses. “Podemos caer en la tentación de creernos los redentores, es por ello que debemos de ser sencillos, pero no debemos de ocultar intensiones humanas en ropajes espirituales”, dijo.
En la celebración también se renovaron las promesas presbiterales de cada uno de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, a quienes también les recordó que la unción con el Santo Crisma que recibieron el día de su ordenación, debe de inspirarlos para defender al pueblo y dar la vida por él. “Puede ocurrir que a pesar de la sacralidad de la unció de su vida, la institución sacerdotal sea utilizada para otros fines distintos”, les recordó y agregó que está es una gracia que les acompaña siempre y que deben de dejar actuar en cada uno de ellos.
Se realizó la bendición de los Santos Óleos de los Catecúmenos y de los Enfermos y la Consagración del Santo Crisma, con el que se bendicen a los sacerdotes que se van a ordenar y los templos y objetos religiosos. Cabe destacar que esta es la primera Misa Crismal que celebra el VI Arzobispo de Tegucigalpa en compañía de su presbiterio.