Las misiones son diversas y en el caminar cristiano se identifican los misioneros católicos Ad-gentes para emprender su labor a lugares lejanos en donde se tienen que separar de sus seres queridos para llevar el Evangelio a aquellas personas que lo necesitan. Armonizar la familia es algo grandioso y cuando se trata de establecer vínculos de fe es más victorioso, porque de esa manera se va haciendo más grande nuestra Iglesia y las experiencias se viven de una manera inolvidable, estas visitas son con el intercambio que se dan entre diócesis de varios países que desde muchos años vienen haciendo esta misión.
Es por ello que los misioneros salvadoreños René González López, Cristian Alexis Hernández Andrade, Carlos Rodríguez Fernández y Gabriel López, han permanecido en las “pampas olanchanas” por varios días compartiendo en la celebración de la Palabra de Dios. Ellos han estado en la aldea de Las Parras de la comunidad de Jesús el Buen Pastor, situada al sur de la ciudad de Juticalpa y desde luego, su conexión ha sido con la catedral y la parroquia Santa Gertrudis en donde han entablado una bonita amistad.
René, uno de ellos dijo “Un fraternal saludo para la feligresía de la catedral Inmaculada Concepción de María, porque en esta ocasión nos ha correspondido hacer misión en la comunidad de Las Parras”, y agregó que “ha sido un placer poder ayudar en la misión que el Señor nos encomienda de llevar el Evangelio por todas partes” Para este misionero ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora por las nuevas experiencias que encontró, ya que él aseguró que se pudo percibir la fe sencilla y humilde de las personas que atendieron. Por su parte, Cristian Hernández, expresó que “Nos han recibido de una manera hospitalaria, cariñosa y con mucho afecto.
Esta experiencia la llevo muy grabada en el corazón y me ha servido para continuar en el proceso de formarme y servirle a Dios por medio del pueblo santo que represente. Pido sus oraciones para poder continuar de la mejor manera y yo los llevo en mis oraciones”. En Honduras se cuenta con el apoyo de muchos sacerdotes procedentes de El Salvador y los misioneros también han tenido un papel preponderante en todas estas comunidades que visitan, ya que en muchas de ellas, cuesta que lleguen algunos presbíteros por las pocas vocaciones, es por ello que estos trabajadores de la mies del Señor, oran por más jóvenes para que le sirvan.