“Migrantes, Misioneros de Esperanza”

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La celebración de la Semana del Migrante en Honduras, organizada por la Pastoral de la Movilidad Humana de la Iglesia Católica, tiene lugar anualmente entre el 31 de agosto y el 4 de septiembre. Esta actividad anual busca abogar por el respeto y los derechos de los migrantes y refugiados en el país, especialmente en un año en que por un lado, se celebra el Jubileo de la Esperanza (2025) y por otro, se destaca el incremento del número de hondureños retornados principalmente desde Estados Unidos, y la deportación masiva de hombres y mujeres que viven de forma ilegal en su país y que ahora enfrentan desafíos para su reinserción social al retornar a Honduras, aunque el gobierno implementó el programa «Hermano, hermana vuelve a casa» para apoyarlos en su reincorporación laboral, educativa y psicosocial de quienes podrían verse afectados.

Es verdad que cuando pensamos en migrantes solo lo hacemos en hondureños que se van de su casa, de su tierra usualmente para Estados Unidos y España, pero no debemos olvidar a aquellos migrantes que llegan a nuestro territorio en tránsito, aunque según los organismos dedicados a dar ayuda, en Honduras en lo que va del 2025, se ha observado una significativa reducción de migrantes en tránsito por el país y un notable aumento de solicitudes de refugio por parte de personas que ven a Honduras como un destino seguro.

La migración desde Nazaret (actual Israel) a Egipto de la Sagrada Familia fue un evento real que ha sido interpretado a lo largo de la historia como un símbolo de la experiencia de los migrantes y refugiados, y se ha destacado para inspirar y apoyar a quienes hoy se ven forzados a migrar, de ahí que la Sagrada Familia es vista como el arquetipo de todas las familias refugiadas y migrantes, demostrando la solidaridad humana en tiempos de dificultad, como se menciona en la constitución apostólica Exsul Familia del Papa Pío XII (1952) quienes a pesar de la dificultades  como la pobreza, la separación de la patria y las dificultades de la vida en el extranjero mantuvieron su fe y esperanza, siendo un ejemplo de fortaleza para quienes pasan por situaciones similares.

“Y sin duda, la búsqueda de la felicidad y la perspectiva de encontrarla en otro lugar, es una de las principales motivaciones de la movilidad humana contemporánea, nos resalta el mensaje del Papa León XIV en ocasión de la celebración de las ciento once jornadas mundiales del migrante y del refugiado (2025).

Continúa reflexionando el Papa León XIV: “En un mundo oscurecido por guerras e injusticias, incluso allí donde todo parece perdido, los migrantes y refugiados se erigen como mensajeros de esperanza. Su valentía y tenacidad son un testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y que les da la fuerza para desafiar la muerte en las diferentes rutas migratorias contemporáneas”. Y, encomienda a la protección maternal de la Virgen María, consuelo de los migrantes, para que mantenga viva en sus corazones la esperanza y los sostenga en su compromiso de construir un mundo que se parezca cada vez más al Reino de Dios.

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