“Junto a ti María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos, guíame en mi caminar”, esta melodía toma un gran sentido cuando se escucha de la voz de la pequeña María Victoria Raudales, una niña que cumplió seis años el pasado 23 de julio y que junto a su familia alaba al Señor a través del canto.
Familia
Don Carlos Raudales, es el papá de María Victoria. él relata que ver a su hija involucrada en la música para el Señor, hace que se cumplan los anhelos de su corazón ya que provienen de una familia de músicos. “Es una bendición incorporar a María en el coro familiar, descubrimos en ella que tenía el talento” dijo Raudales y, asimismo, expresa su deseo de que “ella siempre se mantenga en pie, bajo esa vanguardia de servirle al Señor y a la Virgen donde quiera que ella este”. Por su parte, doña Norma Vásquez, madre de esta niña, considera que involucrar a la pequeña María en la música para Dios forma parte del proyecto familiar en la vivencia de la fe. “Ella siempre está con nosotros, escuchando los ensayos y así se va aprendiendo los cantos”, dijo emocionada.
Futuro
A su corta edad, sin saber leer todavía, comprende muy bien los conceptos musicales y de entonación, afirma su madrina María del Rosario Sosa, quien también integra el coro San Juan Pablo II. “Estamos sorprendidos por este don que la niña tiene y más poniéndolo a la orden del Señor. Es una herencia de la familia y a la edad que ella tiene, posee una buena memoria, a pesar que no puede leer muy bien porque hasta ahora entrará a primer grado, ella se aprende muy bien sus canciones y la tonalidad que le da, que es lo más importante en una canción” dijo. El ejemplo de la familia es fundamental en la transmisión de la fe cristiana, especialmente para responder generosamente al llamado que hace Jesús, de poner nuestros dones al servicio de los demás.