Cada vez que rezamos el Santo Rosario, contemplando los misterios gloriosos, llegamos al cuarto Misterio, en donde se nos anuncia la Asunción de María a los cielos, un hermoso misterio del Señor que se complementa con la coronación como Reina del cielo y la tierra. Cada 15 de agosto la Iglesia celebra el dogma de la Asunción de la Virgen. Según la tradición católica, este momento sublime nos recuerda que, la madre del Señor fue llevada en cuerpo y alma a su presencia.
Fe
Desde 1849 llegaban a la Santa Sede varias peticiones para que la Asunción de la Virgen María fuera declarada doctrina de la fe, siendo así que el Papa Pío lo definió dogmáticamente en el año 1950 en la encíclica Munificentissimus Deus. En ella, el Papa explicó que él no manifestaba una nueva doctrina, sino que cumplía su mandato divino de expresar “con fidelidad la revelación transmitida por los Apóstoles”. El Padre Ovidio Rodríguez, manifiesta que la Asunción de María al ser declarado dogma es una aclaración de fe y menciona que los católicos debemos seguir creyendo que María contempla cara a cara el rostro de Dios, asimismo recuerda el canto del magníficat “Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones”.
Reina
El 22 de agosto, ocho días después de la solemnidad de la Asunción, la Iglesia celebra la Coronación de la Virgen María como Reina del cielo y de la tierra. A su glorificación corporal, manifestada en su entrada triunfante al cielo, se suma ahora su exaltación como Reina, en reconocimiento a su entrega total, su humildad y su participación en el plan de salvación. En esta fiesta, María es proclamada solemnemente como Reina de los Ángeles (Regina Angelorum) y Reina del Paraíso (Regina Caeli), títulos que no solo expresan su dignidad celestial, sino también su cercanía maternal con toda la humanidad, pues desde su trono de gracia continúa intercediendo por nosotros. María es definida como Reina en el quinto misterio glorioso del Santo Rosario, en varios puntos de las Letanías lauretanas y en tres de las antífonas marianas más conocidas, Salve Regina, Regina Caeli y Ave Regina Caelorum.
Asunción
“Entre tanto, la Madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y comienzo de la Iglesia que llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de esperanza y consuelo” indica el Catecismo de la Iglesia Católica.
Coronación
La coronación de la Virgen María, según el Catecismo de la Iglesia Católica, significa la proclamación de su realeza sobre toda la creación, reconociendo su papel único como Madre de Dios y su glorificación en cuerpo y alma, por eso es llamada Reina de la tierra y del cielo, donde reina junto a Cristo, su Hijo.
Advocaciones
La Asunción y posteriormente la Coronación, es una de las más de 1100 advocaciones marianas que se le atribuyen a la Santísima Virgen María en la Iglesia Católica. En Honduras, muchas parroquias y comunidades la veneran como Reina bajo distintas advocaciones, Reina de la Paz, Reina del Cielo y Reina de los Mártires.