Son muchas las advocaciones que a nivel mundial se le ha dado a la Virgen María, pero la de Auxiliadora es una de las más apegadas a lo que ella es, porque es la mediadora de nuestras peticiones ante Jesús.
Cada año en Honduras desde el 15 hasta el 23 de mayo, se desarrolla la novena dedicada a María Auxiliadora, tanto en la parroquia que lleva su nombre, como en las comunidades y grupos que la veneran y confían en su intercesión.
Historia
La historia del establecimiento de la fiesta de María Auxiliadora se remonta a la Revolución Francesa, la cual había asestado un duro golpe a la Iglesia. En 1815, cuando la Iglesia había recuperado su posición y poder espiritual, el Papa, para manifestar el agradecimiento de todo el orbe católico a la Virgen María, bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos y como un expreso reconocimiento de la infalible protección de la Madre de Dios, instituyó la fiesta de María Auxiliadora el día 24 de mayo, para perpetuar el recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.
Dato
El 9 de junio de 1868, se consagró en Turín, Italia, la Basílica de María Auxiliadora. La historia de esta Basílica es una cadena de favores de la Madre de Dios. Su constructor fue San Juan Bosco, humilde campesino nacido el 16 de agosto de 1815, de padres muy pobres. A los tres años quedó huérfano de padre. Para poder ir al colegio tuvo que andar de casa en casa pidiendo limosna. La Santísima Virgen se le había aparecido en sueños mandándole que adquiriera “ciencia y paciencia”, porque Dios lo destinaba para educar a muchos niños pobres. Nuevamente se le apareció la Virgen y le pidió que le construyera un templo y que la invocara con el título de Auxiliadora.