En el municipio de Maraita, Francisco Morazán, celebró la fiesta patronal de su santo, San Antonio de Padua, considerado el patrón de los novios, de los albañiles, los enamorados, de los panaderos, de los matrimonios.
Este municipio que está bajo la protección de este santo Franciscano, cuenta con un templo que tiene casi 200 años de historia y hoy que se recuerda a San Antonio de Padua, no paso desapercibida su fecha a pesar de la pandemia.
Y desde tempranas horas de la mañana, los fieles llegaron adornar el templo, a lanzar pólvora en señal que está de fiesta. El padre Mario Portillo, administrador parroquial, expresó que una de las enseñanzas que deja cada día este santo a la comunidad, es que debemos ser humildes y predicar con el ejemplo, y nunca perder la fe, aunque miremos oscuridad ya que pronto vendrá la claridad.
Y para darle mayor realce a la celebración, se realizó el sacramento de la confirmación a dos jóvenes que reafirman su fe al Señor, el encargado de darle la bendición a los nuevos confirmados fue Monseñor Teodoro Gómez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis.