El conjunto de las lecturas de la Palabra de Dios que se reflexionan durante la Semana Santa, son una riqueza de la Iglesia para palpar y meditar de cerca los acontecimientos en torno a los últimos momentos de vida del Señor Jesucristo en este mundo. Esto significa, que la lectura de dichos evangelios, pretenden profundizar en el Misterio de Cristo.
El padre Tony Salinas, párroco de la comunidad San Juan Bautista de Ojojona, menciona que “Ese misterio de la cruz es una gran invitación de la Palabra de Dios durante la Semana Santa, para que más que conocer este acontecimiento histórico, es comprender el mensaje de gracia que las Sagrada Escritura deja en nuestras vidas”.
Durante este tiempo, en la Liturgia de la Palabra se reflexiona dos veces el relato de la pasión, comenzando por el Domingo de Ramos en que se lee la versión de los evangelios sinópticos, dependiendo del ciclo litúrgico en que nos encontremos. Este año, se leerá la versión según San Mateo y el Viernes Santo el relato por el evangelista San Juan, donde enfatiza que se trata de una lectura altamente cristológica centrada en el Hijo de Dios que ofrendó su vida para salvar a los hombres.
Sentido
El padre Tony, agrega que el sentido de estas lecturas hace una invitación a entrar en Jerusalén como los discípulos y centrarnos en la persona del verbo encarnado que realizó un sacrificio en la tierra para redimir a la humanidad, una fuente inagotable de gracia que correrá hasta la eternidad. “Es por esto que cada Viernes Santo, celebramos el misterio de la salvación, hecha cruz, triunfo y victoria. “El crucificado entra a reinar desde el mismo madero de la cruz”, concluyó.
Sinópticos
Los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) presentan un relato de la Pasión del Señor que exalta los personajes, invitando a los fieles a comprender la figura de cada uno de los que estuvieron presentes en ese momento. La versión de la Pasión del Señor según San Juan, tiene la mirada más profunda en lo que está viviendo Jesús y lo que enfrentará camino a su muerte.