Unas 3 mil personas, entre bomberos, cuerpos de seguridad y socorro, perecieron el 11 de septiembre del año 2001, cuando dos aviones cargados de pasajeros y un grupo de terroristas dl grupo Al Qaeda, estrellaron aviones en los edificios del World Trade Center en Nueva York, conocidos como “Las Torres Gemelas”.
A lo largo de la historia de estas dos decadas, los tres ultimos Papas, pudieron elevar su voz y oración en torno a este lamentable hecho que se volvió el capitulo más negro de la historia de Estados Unidos, bajo muchas críticas y sospechas.
Recordamos las palabras de Juan Pablo II, al día siguiente de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, ante una Plaza de San Pedro sumida en el silencio y el desconcierto. “No puedo iniciar esta audiencia sin expresar profundo dolor por los ataques terroristas que en el día de ayer ensangrentaron a Estados Unidos, causando miles de víctimas y numerosísimos heridos. Al presidente de Estados Unidos y a todos los ciudadanos americanos les manifiesto mi más sentido pésame” manifestó el ahora Santo.
Luego dos Pontífices pudieron estar en la Zona Cero de Nueva York: Benedicto XVI, el 20 de abril de 2008 quien expresó: “Dios de comprensión, abrumados por la magnitud de esta tragedia, buscamos tu luz y tu guía cuando nos enfrentamos con hechos tan terribles como éste. Haz que aquellos cuyas vidas fueron salvadas vivan de manera que las vidas perdidas aquí no lo hayan sido en vano. Confórtanos y consuélanos, fortalécenos en la esperanza, y danos la sabiduría y el coraje para trabajar incansablemente por un mundo en el que la verdadera paz y el amor reinen entre las naciones y en los corazones de todos”.
Papa Francisco, el 25 de septiembre de 2015, pudo dejar una ofrenda floral y elevó una oración por las personas que perecieron en estos atentados y manifestó que “Te pedimos que por tu bondad concedas la luz y la paz eternas a todos los que murieron aquí, a los que heroicamente acudieron los primeros, nuestros bomberos, policías, servicios de emergencia y las autoridades del puerto, y a todos los hombres y mujeres inocentes que fueron víctimas de esta tragedia simplemente porque vinieron aquí para cumplir con su deber el 11 de septiembre de 2001”.