El Padre Marvin Ramírez siendo niño jugaba a evangelizar a sus amigos, y hoy es sacerdote de la misericordia
Una vocación que se sembró, cultivó y empezó a desarrollar desde la infancia y que en la actualidad, está dando mucho fruto. Hablamos del Padre Marvin Ramírez, rector del Seminario Menor San Pablo VI, de la Diócesis de Choluteca.
Infancia Esta búsqueda del Señor comenzó en su infancia. Proveniente de familia numerosa, es el segundo de seis hermanos. Es originario de la Aldea Portillo del Viento, Linaca, Choluteca. Él señala que de niño, ya desde los seis años, fue naciendo su inquietud vocacional y su juego predilecto, era salir a evangelizar a sus amigos. Jugaba con ser sacerdote y predicar. Recuerda como, con tan corta edad, ponía a rezar a sus amigos. El deseo de conocer más sobre la Palabra de Dios, hace que “A los ocho años ya podía leer muy bien porque deseaba leer la Palabra de Dios”. El Padre Marvin cuenta que sus estudios primarios los hizo en su comunidad y para cursar el ciclo común, “tenía que caminar siete kilómetros diarios para ir al centro básico, eran dos horas de camino de ida y dos de vuelta”. Desde temprana edad, fue aspirante a Delegado de la Palabra de Dios, pero por su edad, no fue aceptado.
Seminario Al concluir sus estudios en el centro básico, ingresó al Seminario Menor San Pablo VI, para cursar allí su bachillerato. Esta decisión de seguir al Señor, rumbo al sacerdocio, al principio no fue bien vista por su padre, ya que tenía otras aspiraciones para su hijo, pero el continuó con este camino. Una vida llena de sacrificios, valorando cada cosa que lograba obtener, porque desde muy pequeño, supo el valor del trabajo de su familia que no poseía muchos recursos económicos. Posteriormente es aceptado en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa para continuar sus estudios. Como parte del proceso formativo en la Diócesis de Choluteca, al finalizar la primera etapa que comprende la Filosofía, son enviados a una parroquia, para vivir un año intermedio. Al Padre Marvin, le tocó vivir esta experiencia en la Parroquia Espíritu Santo de Monjarás.
Ministerio Al finalizar sus estudios, recibe el 5 de diciembre de 2015 la Ordenación Diaconal y presta su servicio en la Parroquia de Esquipulas, en el Triunfo, Choluteca. Como diácono le toca ser asesor diocesano de la Pastoral Juvenil. Seis meses después, el 4 de junio de 2016, en el Año de la Misericordia, es ordenado sacerdote por imposición de manos de Monseñor Guido Charbonneau. “Mi luna de miel como sacerdote, fue haber participado de la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia, ya que tenía pocos días de haber sido ordenado sacerdote” confiesa el presbítero. Actualmente es rector del Seminario Menor de Choluteca y encargado de las vocaciones de la Diócesis.