Las Virtudes Teologales son a los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones en torno a Él. Estas son: la Fe, Esperanza y Caridad. También existen las Cardinales y sobre ellas gira y descansa toda la moral humana. Desde tiempos de la cultura hebrea se reconocieron tres también que eran: la Fortaleza, Templanza y Prudencia; estas ayudaban a forjar el corazón humano.
Vivirlas
Amílcar Zelaya, quien es formador de jóvenes, hizo eco de las palabras del filósofo matemático Aristóteles quien decía “No venimos a saber que es la virtud, venimos a ponerla en práctica”. Zelaya manifestó que “Esa es una de las cosas fundamentales que tenemos que poner en práctica para este año. Tenemos que saber a ser prudentes, aprender a callar muchas cosas y saber manejar la vida para no cometer tantos abusos”. El joven apuntó que todas estas virtudes, ayudan y edifican a la persona humana. “Se supone que un creyente que tiene la gracia del Bautismo, debe llevarlas a un nivel superior, no simplemente humanamente hablando, sino con una vida en Cristo de una manera diferente”, concluyó.
Práctica
Para el catequista Byron Fernández, lo que Dios quiere en nuestra práctica diaria, más que nuestro conocimiento, es que las vivamos con intensidad. “La Esperanza, es la que nos lleva a pensar en la salvación, un Dios que me da el cielo como herencia; la Caridad que es el amor que Dios me tiene y que me debo de dar a mí mismo y a los demás; vivir la Fe y ponerla realmente en práctica”, apuntó el formador. San Agustín dijo “Ama y haz lo que quieras”, esto es el reflejo de las Virtudes Teologales, que se resumen en una sola palabra: El Amor.
Para Jorge Valladares, Ministro Extraordinario de la Comunión, estas virtudes “Las fortalecemos al participar en la Eucaristía, las visitas a Jesús Sacramentado y al estar integrados en una comunidad eclesial”.