Desde el año 2014 hasta la fecha, más de 95 mil niñas y niños, han sido retornados a Honduras desde los Estados Unidos, México y Guatemala, ya que estos se ven obligados solos o con sus familias, intentando cruzar las fronteras, con el fin de llegar a esas naciones del norte, cifras alarmantes y que continúan dejando preocupación según lo relata el director de la Red Coiproden, Wilmer Vásquez.
El fenómeno social, involucra familias enteras, pero lo más expuestos a los peligros en la ruta migratoria son los menores de edad, quienes son víctimas de la extorsión, secuestros, discriminación, agresiones sexuales, tortura, trata de personas y enfermedades, también lo manifiesta el defensor de la niñez Elmer Villeda.
Ante este fenómeno que ha estado por décadas arraigado en los países más pobres de la región centroamericana, los niños y niñas tienen derecho a la protección contra todo tipo de violencia y al acceso a la atención médica, refirió el Secretario General del Instituto Nacional de Migración, Marcos Palacios.
Los Estados están obligados a garantizar el cumplimiento de los derechos de las niñas y niños migrantes, en el marco del sistema Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia.
