El mejor modelo migratorio, es el de la Sagrada Familia de Nazaret, huyendo de la persecución a Egipto y salvaguardando al Niño Jesús, en esos pasajes bíblicos y de la tradición oral, se muestra la decisión de San José y la valentía de la Virgen María al migrar a una tierra lejana y desconocida; muchas familias asemejan sus situaciones a las que se vivieron en tiempos de Jesús.
Maternal
“María, es ese signo de protección divina, de ese cuidado especial que mana de una mujer”, esta definición de la Madre del Señor, la otorga la hermana Nyzelle Dondé, coordinadora nacional de la Pastoral de Movilidad Humana (PMH), quien además expone que “es esa presencia constante de Dios en nuestras vidas, acompaña el camino de los migrantes quienes cuentan que al salir por una vida mejor, se amparan a la protección de la Virgen de Suyapa”.
La realidad migratoria de Honduras no es sencilla y se agrava ahora, al ser país de paso de venezolanos, colombianos y haitianos, lo que lleva a conocer un sinfín de testimonios, por su parte, para los hondureños que buscan emigrar, la Virgen de Suyapa se convierte en compañera y fuerza para lograr sus cometidos.
Seguridad
La salida de migrantes de Honduras hacia los Estados Unidos se da casi a diario, por lo que la hermana Dondé, afirma que “estar segura que en este camino, la Virgencita guarda a cada uno de los migrantes con un amor muy especial, muy particular”. Esa confianza de la presencia mariana en la ruta migratoria que la religiosa manifiesta, es la que se le transmite a quienes llegan a las casa de atención al migrante o que son encontrados en la ruta y atendidos por agentes de la PMH. La Virgencita de Suyapa, está también presente en cada migrante que le invoca y de quienes no la recuerdan porque su corazón se abre para todos, diserta la hermana, quien también expone que “la advocación de Suyapa, es la expresión de cercanía y de cuidado del pueblo hondureño”.
Honduras impulsa atención y oración por los migrantes
Desde 1989 con la Pastoral de Movilidad Humana constituida, la Iglesia Católica a través de las Hermanas Scalabrinianas impulsa una atención integral a cada migrante retornado, a muchos hondureños que resultaron discapacitados a raíz de un accidente en el intento de cruzar la frontera o algunas familias, que perdieron a sus seres queridos en la búsqueda de mejores derroteros propios y para los suyos. Esta labor pastoral, va siempre guiada por el amparo de Santa María de Suyapa que es presentada a cada hermano migrante.
